Una manera didáctica para que los niños puedan dejar la frustración de lado Las modalidades son variadas, pueden participar hasta seis jugadores. Es innovador y atractivo. No se trata de un videojuego. Lisa y llanamente es un juego de cartas que ayuda a los niños a aprender a multiplicar, tarea que suele frustrar a muchos padres y educadores.
Sin embargo, una pareja chilena encontró una manera didáctica para que este proceso sea vivenciado de una manera distinta. Incluso, gracias a su buen trabajo, lo que crearon recibió el prestigioso “Summer 2016 Academics Choice Brain Toy Award” en Estados Unidos, además de un capital semilla que permitirá a estas personas seguir innovando en materiales didácticos, indica El Mercurio.
El juego se llama “HoliMaths X” y los protagonistas son Adriana Rubio, periodista y madre de dos niñas, y su esposo Martín Román, quienes llevan adelante una empresa familiar. Ellos mismos cuentan que su hija aprendió a multiplicar gracias a esta modalidad e incluso varias instituciones de enseñanza privada han adquirido el juego para complementar la metodología.
¿Cómo ese juega? Aprende con su creadora
¿Cuáles son los beneficios de este juego, según sus creadores?
Desarrolla el pensamiento lógico; convierte un proceso individual de aprendizaje en uno colectivo generando interacción social; ayuda a desarrollar tolerancia a la frustración; promueve el pensamiento estratégico y apunta a la integración intergeneracional entre otras bondades, indica su sitio web.
El juego, recomendado para niños mayores de siete años, ha tenido gran aceptación en Chile, se puede comprar a través de la web de “HoliPlay”.
Actualmente forma parte de una campaña de financiamiento público (crowdfunding) para poder desarrollar otras iniciativas de carácter didáctico. De alcanzar la meta la familia podrá ganar una suma de dinero para seguir
“Hemos tocado alma, no sólo hemos podido ayudar a que los niños dejen esa frustración de lado y puedan aprender matemáticas de una manera entretenida y didáctica, también hemos logrado reunir a la familia en una época donde ese tipo de encuentros se han ido perdiendo”, concluye Adriana.
De esta manera, gracias a esta idea que a priori parece sencilla, Adriana y su esposo lograron cumplir un propósito que va más allá de un juego de cartas, pues ayudar a que los niños, y quienes estén a cargo de ellos, para que puedan vencer frustraciones siempre será algo bien recibido.