Parodia de superhéroes y obra maestra de la animación que afirma que lo ordinario es extraordinarioFicha técnica:
Tráiler en inglés (más completo): https://www.youtube.com/watch?v=eZbzbC9285I
Año: 2004
País: Estados Unidos
Director: Brad Bird
Guión: Brad Bird
Música: Michael Giacchino
Fotografía: Andrew Jimenez, Patrick Lin, Janet Lucroy
Género: Dibujos animados, aventuras, acción
Duración: 115 minutos.
Clasificación: No recomendada para menores de 7 años
Sigue siendo tiempo de superhéroes. No hay viñeta sin traducción al cine o al mundo de las series. Queda solo darle vueltas al asunto o humanizar a los personajes. Es 2004 y la Pixar lo entiende. Cambio de inquilinos: de bichos, peces, monstruos o juguetes a una familia de superhéroes relegados a una vida gris. Es la primera cinta animada de la casa con protagonistas humanos. Una historia sobre lo increíble que hay en el hombre, con una tesis clara: es necesario que lo extraordinario sea ordinario para que lo ordinario se vuelva extraordinario.
Los increíbles es una película de animación que recoge todos los clichés de los superhéroes (incluso rescata a esa Elastic-girl del comic La Patrulla del libro maldito, de los 60s) e impone un ritmo frenético con combinaciones imposibles y con las heroicidades de toda familia cotidiana.
Lo anti-épico será la solución que dé esta familia de superhéroes que acaba triunfando por su unión, y por confiar en lo mejor de cada uno.
¿Resultado? La mejor película de animación sobre héroes jamás vista. Esta es una auténtica obra maestra. De lo mejor que haya sacado la Pixar a día de hoy. Oscar a la mejor película de animación de 2004. Oscar al mejor montaje sonoro.
La cinta debe su ritmo y talento al genio de Brad Bird, que aparece transformado en héroe (Mr. Increíble) y villano (Síndrome) en el filme.
Bird es el director de muchos de los éxitos que conforman nuestro cine de referencia. Es uno de los talentosos directores de la primera etapa de Los Simpson; es el director y guionista de la entrañable Ratatouille (de nuevo Oscar a la mejor película de animación, en 2007…); es el director de la rabiosa Misión Imposible: Protocolo Fantasma. Y es sobre todo amigo íntimo de Lasseter, creador de la factoría Pixar, esa familia de amigos que generan auténticas joyas de la animación, con excelentes tramas.
Esta apuesta por la amistad y la familia, marca de la casa, es una de las particularidades más visibles de esta cinta a propósito de superhéroes.
Los increíbles aprovecha el cine de acción de los 60s y 70s para encarnar a ritmo jamesboniano una historia que supera las aventuras de cualquier héroe solitario.
Esto explica que la cinta sea un torbellino de relaciones entre superhéroes carnales con problemas reales, hecho que acerca el film más a un Indiana Jones a lo Louis de Funes, y lo aleja del divino James Bond, del que se parodia casi todo.
Es el corazón del hombre lo que acaba por cambiar la historia, y no los coches o los relojes con trampillas.
Bird monta una historia para llevarnos de nuevo a casa, para salir del cine o levantarse del sofá contento de tener a los tuyos; de esos seres que chillan o se callan, que se mueven o se esconden, y que son tus hijos, tu pareja… Sí, tu familia.
Los superhéroes, trabajadores incansables para el bien del hombre, han sido relegados al ostracismo. El hombre se las quiere apañar solo, con sus méritos; nada por encima de lo normal, nada extra que pueda salvarte. La condena lleva a los superhéroes a una vida sin color, en la que uno no puede desarrollar aquello que más le construye: el ejercicio de lo asombroso.
Mr. Increíble, casado con Elastigirl, y con superhijos, debe ejercer de agente de seguros (¡menuda paradoja!), y ve su vida condenada a una opacidad que no le va, la burocracia. No hay ideal que cumplir, y todo se vuelve gris.
Por eso, queda con su amigo Frozono, otro superhéroe, para actuar en las catacumbas nocturnas del anonimato. Está a la espera siempre de que ocurra algo maravilloso. Todo cambiará cuando Mr. Increíble responda a una extraña llamada: ejercer de superhéroe en una isla exótica.
Pero allí todo se tuerce: Síndrome, antiguo fan del superhéroe, ha perdido la fe en él, y desea eliminar cualquier ser extraordinario. Mr. Increíble necesitará la ayuda imprevista de su familia.
Síndrome es la encarnación del virus de la modernidad, del yo enfermo de sí, de la mentalidad común que reduce lo verdadero y maravilloso a lo que uno puede, con sus relojes con trampilla. Mero cálculo.
Diferente propuesta nos hace Bird: Mr. Increíble cede, y se ayuda de los suyos, familia y amigos, lugar donde se da lo heroico. Descubre que la esperanza puebla una compañía, y que la familia y los amigos que van juntos afrontan los grandes problemas, y hacen extraordinario lo ordinario. Sí, también planchar o comer.
Miras Los Increíbles, después a tu familia y piensas: ¿A cuál de estos monstruos eliminaría? A ninguno. Todos y cada uno de ellos tienen algo único e irrepetible, magnífico.