Cada vez es más habitual en los supermercados ver carne “halal”, ¿a que se refiere?Con frecuencia, podemos advertir la existencia en nuestras ciudades de establecimientos que utilizan este término: “halal”, referido a productos de alimentación y consumo de los musulmanes practicantes. Fuera del mundo de mayoría islámica, la aparición de este sello, garantiza un procedimiento de elaboración y puesta en el mercado, compatible con los preceptos islámicos.
En un lenguaje popular se aplica sobre todo a la carne de los animales que el Islam considera puros. Es decir que han sido sacrificados siguiendo un ritual establecido. Organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) propuso a los Estados Islámicos una serie de directrices para usar esta categoría.
Se especifica que todas las fuentes de alimentación son lícitas, salvo productos derivados de animales como el cerdo, jabalí, perro, serpiente, mono, aves de rapiña, Además de aquellos animales que no hayan sido sacrificados con arreglo a la norma islámica.
Es decir, orientada hacia la Meca, la res debe ser degollada mediante una rápida incisión con una cuchilla afilada en la garganta. Cortará la yugular y la carótida, pero dejará intacta la espina dorsal. Con ello se pretende conseguir una mayor higiene en la carne y minimizar el dolor y la agonía del animal sacrificado.
Del mismo modo, el uso de alcohol o aditivos alimentarios derivados de productos no permitidos, invalidan que el alimento sea considerado halal. Por el contrario, un producto no pierde su condición de permitido porque se prepare o almacene en un local dedicado a alimentos no halal. Siempre que se realice en secciones diferenciadas y guarde una debida limpieza.
Hay que considerar que esta normativa influye mucho en un orden comercial globalizado. Las empresas han debido adaptarse para ofrecer este tipo de productos al mundo musulmán, donde lo halal es su seña cultural distintiva.
Más allá de esto, el término Halal puede traducirse literalmente como “lo permitido” por la ley islámica (Sharía). Aquello que es recomendado, beneficioso y saludable para todo musulmán. Así, más allá de los alimentos, lo halal se extiende a acciones, relaciones o conductas. En ese sentido, clasificar un acto como halal lo coloca en el terreno de lo posible. Por ejemplo, el repudio es halal, pero nadie está obligado a llevarlo a cabo.
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