Son muchas las medidas que cada persona puede tomar en su vida diaria para ahorrar energía y contribuir a la preservación de nuestro planeta. El monje que está dirigiendo una verdadera revolución verde en la orden cisterciense, Lluc Torcal, propone algunas bien concretas al alcance de la mano:
Electricidad
Apaga las luces de las habitaciones cuando nadie las necesite. ¡Incluso el papa Francisco lo hace en los pasillos del Vaticano!
Electrodomésticos eficientes
Usa electrodomésticos más eficientes, fíjate en sus programas de ahorro de energía.
Compra sostenible
Compra productos ecológicos (cuanto menos productos químicos mejor), locales (si proceden de países lejanos, el coste ambiental es superior) y de temporada (evita los transportes).
Menos residuos
Reduce la compra de envases para evitar acumular plástico en la basura: por ejemplo, sustituye los yogures pequeños por otros de mayor tamaño.
Fuentes de calor
Respecto a la calefacción, busca la eficiencia en los sistemas de calentamiento teniendo en cuenta la zona en la que vives. ¿Conoces la biomasa?
“La conversión ecológica da una visión completamente renovada de la vida –explica Torcal-. Si empiezas a tirar de la cuerda, ves que es como una red, vas haciendo cosas que tienen un sentido cuando se realizan de manera unificada, y tu acción puede difundirse”.
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Según el religioso, físico y actual procurador general de la orden cisterciense, “la respuesta al cambio climático es siempre muy local: es una ley que pasa en la física: un fenómeno global sólo se podrá erradicar si se actúa de distintas maneras y siempre según el contexto”.
Para este monje, “nos jugamos la vida porque si continuamos al ritmo que vamos el desastre de la vida humana está designado”, y hace falta “no sólo una obra de maquillaje, sino un cambio profundo de ver las cosas que comporta una espiritualidad mucho más trinitaria y una contemplación de la naturaleza como un camino hacia Dios”.
Hoy celebramos a...