Hasta hace poco su hábitat era la selva. Aún restan conocerse más detalles sobre sus condiciones físicas y psicológicas, pero el proceso para reinsertarse a la vida civil comenzó para ellos.
Se trata de los menores (niños, niñas y adolescentes) que estaban a manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que empezaron a ser liberados de forma paulatina como parte del proceso de paz que se está desarrollando en el país.
Muchos de ellos fueron reclutados a la fuerza con fines estratégicos de la guerrilla colombiana, como, por ejemplo, la fabricación de minas terrestres su colocación, además de tareas de inteligencia, entre otras.
Durante la liberación hubo hermetismo y sumo cuidado en cuanto a la identidad de estos menores. Unicef, organismo vinculado de la infancia de la ONU, confirmó a través de un comunicado que estos menores estaban en buen estado de salud y que fueron dados a este organismo en un centro de acogida atemporal. Esta situación fue confirmada por el representante de Unicef en Bogotá, Roberto Di Bernardi, en rueda de prensa.
Di Bernardi agregó que estos menores pudieron contactarse con sus familias e indicó que se espera que “el proceso para reintegrarlos a la sociedad civil y a su núcleo familiar sea lo más rápido y productivo posible”, reproduce El Espectadorde Bogotá.
La liberación comenzó el pasado sábado 10 de setiembre y se hizo en dos tandas, instancia que además de Unicef incluyó a la Cruz Roja. En total fueron 13 los menores los involucrados. La entrega del resto se irá dando de forma paulatina.
“Los niños están siendo tratados con los más altos estándares de calidad que el país demanda y se encuentran en buen estado de salud”, expresó Di Bernardi a El Espectador.
Para estos niños, niñas y adolescentes el pasaje por las filas de las FARC empieza a ser parte del pasado, aunque algunas secuelas aún pueden permanecer. Seguramente muchos hayan sido testigos de lo peor y más cruel que puede suscitar una guerra, como ser, por ejemplo, entre otras cosas, ver a sus pares ser víctimas de la violencia, las mutilaciones y el engaño.
El desafío pasa ahora por la reinserción social de estos menores y por el retomar una vida normal en el seno de sus familias o formando una nueva. Al menos el primer paso ya fue dado y se empezó a cumplir lo pactado el pasado 15 de mayo en La Habana entre los equipos negociadores en cuanto a la liberación de los menores en filas de la guerrilla.
Mientras tanto, el proceso de paz prosigue en Colombia y se aguarda que el próximo 26 de setiembre se oficialice la firma del acuerdo final en la ciudad de Cartagena, además de la realización del plebiscito el próximo 2 de octubre, algo que en definitiva le dará la última palabra al pueblo colombiano.
Hoy celebramos a...