Con una motocicleta negra de 150 cc lleva esperanza a indígenas necesitados Angelina De la Cruz González es una joven médica paraguaya que tiene un propósito firme: viajar todos los días varios kilómetros para asistir a varias comunidades indígenas.
¿Qué motiva a esta joven viajar todos los días en una moto?
Para muchos, quizás viajar haciendo uso de este medio de transporte unos 35 o 40 kilómetros diarios puede ser algo totalmente común debido a están los traslados a los lugares de trabajo, al domicilio, por diversos mandados, etcétera.
Pero para Angelina este viaje cotidiano tiene otros fines, pues a las regiones que asiste tienen múltiples necesidades desde el punto de vista sanitario, de medicamentos, entre otras.
Si no fuera por Angelina, quizás estos pacientes tendrían que recorrer caminos complejos durante mucho tiempo para llegar al primer centro asistencial.
Angelina es una joven atenta a las necesidades y hace honor a su vocación con los más humildes y necesitados. En su motocicleta negra de 150 cc lleva medicamentos y otros elementos de atención.
Cuando llega al lugar -por lo general alrededor de siete colonias indígenas de las localidades paraguayas de Ybyrarobaná, de Canindeyú- se encarga de analizar los casos y si llega a constatar alguna urgencia de forma inmediata coordina traslados a los lugares más cercanos posibles.
No obstante, una vez que atiende a sus pacientes, Angelina también aprovecha algún instante para estar con ellos, conversar, compartir, jugar y enseñar.
Angelina culminó sus estudios de medicina en la Escuela Latinoamericana de Medicina (Cuba) y hace poco regresó a su ciudad natal en Paraguay. Angelina siempre expresó su deseo de servir a la comunidad. Desde el año 2014 trabaja en Atención Primaria con el foco en los más desprotegidos y olvidados
“Provengo de una familia humilde y conozco la necesidad de la gente, por eso me gusta lo que hago y siempre lo voy a hacer con humildad y ayudando a los más necesitados”, aseguró Angelina a Crónicas de Paraguay, medio que publicó su historia de vida.
Quizás los 40 kilómetros diarios de Angelina en su motocicleta negra de 150 cc no sean tan significativos, pero cuando se descubre que están cargados de misericordia para con los más humildes y olvidados la cosa cambia y de alguna manera la hace más que especial.