Contrario a lo que las voces agoreras señalaban, los libros en papel conviven felizmente con los e-books
Hace algunos años, cuando las tablets comenzaron a invadir nuestras casas, oficinas y rutinas cotidianas, no pocas voces señalaron que estábamos a las puertas del fin de los impresos. Y si bien eso podría ser cierto cuando de publicaciones periódicas se trata (revistas, diarios, semanarios en general, que hemos visto migrar a la web casi diríamos que en bandadas), la proliferación de soportes electrónicos no ha desplazado al libro impreso. De hecho, ambos formatos han logrado convivir feliz y armoniosamente (al menos en los Estados Unidos) de acuerdo a las estadísticas publicadas por el Pew Research Center.
La estadística señala que el 65% de adultos en los Estados Unidos ha leído al menos un libro impreso el año pasado. Se trata de exactamente el mismo porcentaje que dijo haberlo hecho en el año 2012. El porcentaje sube a 73% si se incluyen a aquellos que señalaron haber leído en formato e-book, o haber escuchado un audiobook: apenas un 1% menos que en 2012.
La encuesta del Pew Research Center fue aplicada a una muestra de 1520 adultos, entre abril y marzo de este año. De éstos, sólo 6% dijeron que sólo leían en formato digital, y 38% dijeron que sólo en formato impreso, mientras que un 13% señaló que había usado su teléfono celular para leer durante el año pasado (considerando que la cifra en 2011 era de apenas un 5%, se ve que el uso del teléfono como superficie para la lectura se ha incrementado significativamente). Pero quizá el dato más interesante es el que señala que el 28% de los encuestados lee en diversos formatos, sugiriendo así que el soporte no es ya óbice para una lectoría que puede disfrutar de un libro cuando está sentado, un audiobook en el autobús o el metro, y un e-book en una tableta antes de irse a dormir.