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Cantante internacional defiende la castidad en Cecilia

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Felipe Alcântara - publicado el 09/09/16
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Felipe Alcântara, Vocalista del grupo Os GonzagasCuéntanos sobre tu trayectoria musical. ¿Cómo surgió la idea de crear una banda “en familia”?

La música entró en mi vida desde muy temprano. Mi abuelo era maestro y transmitió a los hijos su conocimiento de la música. Me interesé por el cavaquinho (guitarra pequeña), instrumento que mi padre tocó, y él fue pacientemente enseñándome a tocar. A los 14 años ya tocaba samba junto a algunos amigos en fiestas de 15 años, aún con esa edad también formé una banda de rock. Luego formamos un trío y tocábamos en los eventos escolares, y comenzamos a expandir nuestro sonido. Pasé un tiempo tocando con menos frecuencia, y cuando tuve la experiencia de vivir fuera del país, descubrí que esa era mi verdadera vocación. En 2010 me fui a Lisboa para trabajar en el área de Turismo, y mi única oportunidad de empleo fue en la música. Canté y toqué la guitarra en bares y restaurantes y acompañé a artistas brasileños como Dinho Zamorano, que toca samba, y Rogerinho do Acordeon y Enrique Matos quienes hacen forró. Al volver a Brasil, descubrí que debía asumir la música como profesión. Llegué a formar un cuarteto de forró con Lucy Alves y luego me vino la idea de juntarme con los amigos de la escuela con los que siempre hice forró.

Los Gonzagas siempre fue una banda de familia, al final de cuentas, al inicio de los estudios, eran tres hermanos y un primo, hoy uno de los dos hermanos está estudiando y los demás ya no están.

El Papa Benedicto XVI decía que evangelizamos la cultura cuando valoramos y divulgamos lo mejor de nuestra cultura. De cierta forma, la elección de rescatar el auténtico forró es un verdadero “nadar contra corriente” en los tiempos de hoy. ¿Fue un desafío apostar por la autenticidad?

Ciertamente sí es un desafío. Bromeamos al decir que estamos recorriendo los caminos que Luiz Gonzaga no recorrió. Las personas actualmente carecen de mensajes de bien en las letras de las canciones, carecen de canciones que engrandezcan el corazón, que las hagan sentirse mejor de alguna forma. Nuestra música al mismo tiempo visita los clásicos de música del nordeste, muestra que el forró es actual, que podemos comunicar a todas las generaciones, principalmente a los más jóvenes. Tenemos influencia de varios estilos musicales como rock, reggae, samba, entre otros, pero lo que hace que nuestro ritmo tenga autenticidad es el sello del nordeste a través del acento, y el modo en que la música es pensada y realizada.

El sentimiento de nadar contra corriente se da cuando entendemos que las personas no consumen música con contenido por falta de opciones, pues les llegan sólo las canciones que muchas veces destruyen los valores basados en el amor, en la familia y el respeto. Por eso insistimos y creemos, pues nuestra misión es más grande que tocar en un escenario o ganar dinero, buscamos llevar alegría, amor, paz, unión, familia y principalmente esperanza por donde pasamos.

Todos ya conocen la “revolución” causada en la vida de ustedes tras la participación en el programa Super Star. Más allá de esa revolución, ¿hubo una revolución de tu encuentro con Dios?

Sin duda, la revolución mayor fue mi encuentro con Dios. A pesar de haber sido criado en una ambiente católico, mis padres nunca me obligaron a ir a la Iglesia. En la adolescencia me fui desvinculando de las cosas de Dios y creando resistencia a la Iglesia. En 2014, con la muerte de mi padre, me hundí, y a partir de ese gran dolor comencé a abrirme a la acción de Dios en mi vida. Fue cuando tuve una gran experiencia de conversión, primero con María, luego con la Eucaristía, y de ahí en adelante muchas cosas sucedieron.

Durante una adoración hablé a Dios: “Señor, este ha sido un año difícil para mí, perdí a mi padre, necesito trabajar para ganar algo de dinero para ayudar a mi madre, y ya no quiero la música en mi vida, ábreme una puerta”. Luego el diácono que guiaba la adoración comenzó a proclamar: “Dios me está diciendo algo y es sobre un músico, una nueva oportunidad surgirá y es en el área musical”. En ese momento me puse a llorar, pues Dios confirmaba a través de mis lágrimas que esa palabra era para mí. Más o menos un mes después nos llamaron de Globo diciendo que habíamos sido seleccionados para participar en Super Star, y comencé a entender cómo actúa Dios. 

En el programa Encuentros, de Fátima Bernardes, el anuncio de que tú y tu novia vivían en castidad ganó una enorme repercusión en todo Brasil. ¿Cómo te sentiste tras ese gesto visto por muchos como un gesto de valentía?

Mucha gente no sabe, pero una semana antes del programa, viví una crisis de discernimiento sobre lo que Dios quería de mí. Durante un encuentro en la comunidad en la que participo entendí que pasaba más tiempo con el grupo que con Dios, y eso me consumía de una forma que me hizo repensar si realmente la banda era para mí. Le pedí a mi formador personal que rezara conmigo. Tras una larga conversación rezó conmigo y pidió a Dios señales claras sobre su voluntad. Y exactamente una semana después recibí una llamada de la producción del programa preguntando si había algún problema en abordar el tema de la castidad, ya que supieron a través de un amigo que yo vivía esa realidad.

Me sorprendí con la repercusión y con la proporción que tuvo mi testimonio. Entendí que los católicos omitimos nuestras experiencias con Dios, que somos egoístas en guardar para nosotros las maravillas de Dios y cuánto es importante dar testimonio de ese amor, con la intención no de convencer sino de contagiar. 

¿Quién es el Felipe antes y después de vivir lo que la Iglesia recomienda?

La castidad fue una de las mejores elecciones de nuestras vidas (mía y de Rafa), pues entendimos el verdadero significado del amor. Para quien mira de fuera la castidad parece ser sólo la abstinencia de sexo, pero quien la vive sabe que en primer lugar es una gran prueba de amor a Dios, pues tú por amor a Dios sacas tiempo de disfrute de algo que te da placer, para vivir el tiempo de Dios. La castidad es un ejercicio de amor a Dios, de autocontrol, de madurez en la relación y por encima de todo de amor y respeto a la pareja. Vivir la castidad es colocar el amor al frente de la relación, es entender el verdadero significado del matrimonio. Vivir la castidad sólo es posible con Dios, entregando diariamente todos tus deseos, pensamientos, y voluntades en las manos de Dios, para que Él pueda ayudarte.

¿Ya tienes fecha para tu boda?

No vemos la hora de subir al altar y decir sí a Dios, y firmar ese compromiso de amor. Ya está muy cerca, y a medida que el día va llegando, el corazón se acelera y la gratitud a Dios aumenta al sentirlo siempre cerca, pues sabemos que nuestro amor es fruto de la voluntad de Dios, pues que dos personas tan diferentes se junten sólo tiene una explicación, Dios quiere nuestra santificación.

Para concluir, quiero decirte que no estás solo. Otros cantantes que actúan en el medio secular también viven su fe sin haber renunciado a su carrera. Es el caso del cantante italiano Nek, y el cantante y actor mexicano Eduardo Verástegui. ¿Es posible conciliar la carrera y la fe? ¿Cómo transformar ese trabajo en misión?

Se que esa misión Dios la reserva para muchos hijos suyos, pues no es sólo en la música que tenemos que ser luz en el mundo, creo que en cualquier profesión tenemos que llevar la marca de Cristo. En cuanto a la música, sin duda es un ambiente que nos deja muy expuestos a las tentaciones del mundo, sin embargo, ofrece la posibilidad de conciliar, para ello busco estar siempre en comunión con Dios, rezar siempre antes de salir de casa, confesarme, ir a misa, el rosario es una arma que cargo siempre conmigo, y cada lugar que piso lo consagro a Jesucristo pidiendo que él cante conmigo. Busco con ello transformar mi profesión en una verdadera misión, dando sentido a todas las cosas y teniendo como objetivo llevar cosas buenas a las personas.

Por Mirticeli Dias

 

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