Albergues mexicanos, pensados para migrantes de Centroamérica en tránsito hacia Estados Unidos, ahora están teniendo que variar su modelo de atención para atender a cientos de migrantes indocumentados provenientes de África.
Aunque se hayan diseminado en muchas otras ciudades del país, dos son las que concentran a los migrantes africanos: Tapachula (Chiapas) en la frontera sur y Tijuana (Baja California), en la frontera norte.
En Tapachula, la estación migratoria Siglo XXI (una estación pública) se registró, tan solo la semana pasada, la entrada de 424 migrantes de origen africano (quizá alguno que otro haitiano disfrazado de africano). Según el Instituto Nacional de Migración (INM), los africanos buscan una visa de tránsito con duración de 21 días, para llegar al norte y tratar de ingresar a Estados Unidos.
Como en el caso de los cubanos que ingresaban a Estados Unidos viajando primero a Ecuador, porque en ese país del cono sur no se les pedía visa de entrada; los africanos han descubierto que en México sus países no tienen representación consular, por lo que México tiene que darles una visa para que pasen libremente por el país durante 21 días y no repatriarlos, como hace, por ejemplo, con los indocumentados centroamericanos.
Más adelante, el punto de reunión es la ciudad fronteriza de Tijuana, al noroeste de México, frontera con San Diego, en California. Hasta el momento, las autoridades del INM han contabilizado, en este año, 2,638 migrantes de otros continentes, la mayor parte africanos.
Los albergues de organizaciones religiosas (como el de los escalabrinianos) o de parroquias y sacerdotes (como el del “Padre Chava”) en Tijuana, están saturados. Hay 154 africanos en estos momentos en los albergues y 80 pernoctando en las calles, esperando ingresar a Estados Unidos, por la aduana de San Ysidro-Ped West Ahí el gobierno estadounidense solamente otorga 50 solicitudes de asilo al día, por lo que estancia de los africanos en la peligrosa frontera norte de México puede prolongarse por semanas.
El peligro inmediato que enfrentan los africanos en México es el de ser capturados o captados por las redes internacionales de trata de personas. En Tijuana, particularmente, las autoridades del INM y el gobierno municipal se encuentran en alerta máxima por esta circunstancia.
Congo, Ghana y Somalia son los principales expulsores de migrantes de paso en México, según los registros del INM. ¿Qué buscan tan lejos de su país? Una oportunidad de vida, que allá se les ha negado, históricamente.
Con información de El Universal