Un sacerdote católico responde a la polémica: ¿qué mejor atleta que él?
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Según publica el diario brasileño O Estado de S. Paulo, el Comité Olímpico Internacional (COI) estudia enviar una carta de reclamación a la Selección Brasileña en los Juegos de Río 2016 porque, durante la ceremonia de condecoración de la final de futbol masculino, Neymar exhibió una cinta con la frase “100% Jesus“.
Medallista de oro con la Selección, el jugador volvió a usar la misma cinta que ya había generado polémica en la final de la Champions League, cuando el Barcelona venció a la Juventus por 3 a 1.
El reglamento del COI impide toda manifestación de tipo religioso, comercial o político en los eventos organizados por la entidad. En este caso, las autoridades entendieron que se trató solamente de un “desliz personal” de Neymar y que la cinta no debía ocasionar una penalización al conjunto brasileño. El COI adoptaría solo una “postura educativa“, llamando la atención para que se eviten gestos semejantes en el futuro.
Las manifestaciones de tipo político también han sido prohibidas por el Comité Olímpico Internacional al comienzo de los Juegos de Río. Un espectador fue desalojado de las gradas durante la competición de tiro con arco porque llevaba un cartel con la frase “Fuera Temer” (en alusión al actual presidente en funciones de Brasil). La Justicia, sin embargo, decidió permitirlo alegando que esas manifestaciones forman parte del ejercicio de la libertad de expresión.
Al respecto, el sacerdote católico Augusto Bezerra comenta con humor en su cuenta de Facebook:
“¿Qué tengo que decir de la protesta del COI por la cinta de Neymar que dice ‘100% Jesus’? El COI lo intenta, Jesús vence. Y lo que ellos no entienden aún es que Jesús es el único invicto de toda la historia, es el verdadero vencedor que hizo un ‘ippon’ al diablo, ganó por goleada al infierno, saltó las barreras de la esclavitud y nos rescató, lanzó al olvido el peso del pecado; no, no nadó, sino que anduvo sobre las aguas, y venció la prueba que nadie vence por sí mismo: la muerte. ¡Y vive, desde entonces, invicto! ¡El oro es de Cristo y pronto!”.