Un grupo de arqueólogos consigue indicios de que lo que hasta ahora se consideraba una historia épica milenaria podría ser cierta
La antigua leyenda cuenta que los primeros miembros de la dinastía Xia nacieron en los poblados ubicados en las riberas del Río Amarillo hace aproximadamente cuatro mil años.
Salvo algunas pocas incisiones en piedra y una que otra tumba, es difícil decir con exactitud, basándose en evidencia arqueológica, si en efecto esta dinastía existió o no.
Pero, a pesar de eso, la historia de la dinastía Xia ha llegado hasta nuestros días, inmortalizada en el relato del “Gran Diluvio”.
De acuerdo al relato una inundación de proporciones literalmente épicas estuvo al borde de arrasar con la mayor parte de China, de no ser por las hazañas de un hombre llamado Yu, quien habría logrado desviar el cauce del agua, alejándolo de las poblaciones que de otra manera hubiesen sido arrasadas.
Hasta hace poco, se consideraba que este texto era simplemente un relato mítico (como tantos que procuran establecer los orígenes heroicos de una familia noble), pero una serie de estudios recientes apuntan a que, en efecto, esto podría ser un hecho histórico.
Un estudio publicado en la revista Science confirma que un grupo internacional de investigadores que se dedicaron a revisar cuidadosamente una serie de sedimentos hallados a lo largo y ancho del cauce del Río Amarillo, hallaron con sorpresa evidencias milenarias de lo que en efecto había sido una inundación que podría haber parecido “el fin del mundo para cualquier que se haya visto atrapado en su furia”, como lo reseña el website iflscience.com.
Usando métodos de isótopos de carbono en esqueletos humanos hallados en la zona, que perecieron bajo las aguas y luego quedaron enterrados bajo el lodo y las piedras movidos por la inundación, los investigadores determinaron que los restos humanos eran del año 1920 AC, precisamente cuando los primeros relatos sobre la dinastía Xia fueron escritos.
El profesor de ciencias atmosféricas planetarias de la Universidad de Purdue, Darryl Granger, explicó que “esta fue una de las mayores inundaciones ocurridas en el planeta en los últimos 10.000 años. Es muy posible que destruyera asentamientos ubicados en un diámetro de 2.000 kilómetros”.