“Descubre a qué te podría estar llamando Dios, y hazlo aunque tengas miedo. Ve más allá de tu miedo… Él te lo mostrará a su tiempo” – Rob Galea
El sacerdote australiano nacido en Malta que dio tantos titulares cuando apareció en el concurso televisivo X Factor Australia no es un extraño en Cecilia Music: Hemos escrito sobre su misión de de “estropear el mundo”, su video de electronic dance (posiblemente el primero del mundo escrito por un sacerdote católico), y su experiencia de “hacer lío” en la JMJ.
En nuestra última entrevista, queríamos hablar de ello con el padre Rob – ahora, casi un año después de su aparición en TV – y hablar con él sobre su vocación sacerdotal y su vida después de X Factor.
– Ha sido un gran año para ti, padre Rob. Apareciste en X Factor, sacaste bastantes videos musicales, empezaste una serie de videos de formación, y has viajado por todo el mundo dando conciertos, charlas y retiros. Mirando atrás, ¿pensaste alguna vez que tu vocación sacerdotal tomaría esta dirección?
Ni en mis sueños más locos. Empezando porque nunca me había imaginado que sería sacerdote. Nunca me habría imaginado en Australia, viviendo al otro lado del mundo de mi hogar en Malta. Nunca me habría imaginado en un escenario cantando para la gente.
Pero creo que no es tan complicado como la gente cree – Oh, ¿cómo lo has hecho? Sólo me paré y pensé, “¿Que quiero hacer? ¿Para qué me creó Dios, qué me pide que haga?” Sólo estoy siendo yo mismo.
Tu una vez le dijiste a Dios que harías cualquier cosa, menos ser sacerdote. ¿Qué dirías a la gente joven que está considerando una vocación al sacerdocio o a la vida religiosa, especialmente a los que esto les da miedo?
Sería horrible perder una vocación a causa del miedo, porque el miedo no viene de Dios. Así que una de las cosas es darse cuenta de a qué te está llamando Dios, y hacerlo aún con miedo. Ir más allá del propio miedo. Nunca sabremos con seguridad si esta persona con la que nos casamos es la persona correcta. Nunca sabremos con seguridad si la vida religiosa es para nosotros. La cosa es, tienes que ir adelante y correr el riesgo, y pensar, “Seguramente sea la voluntad de Dios, Voy a intentarlo”. Él te lo mostrará a su debido tiempo.
Yo creo que el dolor más grande viene por la resistencia a morir a uno mismo, no por el hecho morir a uno mismo. Es como el momento antes de saltar de un avión, no el paracaidismo en sí. Es fácil de saltar paracaídas; es divertido. Pero el momento en el que tienes que saltar fuera del avión es el momento más doloroso. Después de haber saltado viene el momento más alegre, más liberador, el más libre. Así que si quieres libertad, dí que sí. Podrás descubrir que no es para ti, pero ya la generosidad de decir sí a Dios es una decisión que te cambiará la vida.
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Libby Reichert
Hoy celebramos a...