“Si la tecnología es una droga, ¿cuáles serían sus efectos secundarios?”
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“El espejo negro (traducción del título de la serie, “Black Mirror”) puedes encontrarlo hoy en cada pared, en cada escritorio, en la palma de cada mano. La fría y resplandeciente pantalla de un televisor, un monitor de ordenador, un tablet, un smartphone…” (Charlie Brooker, creador y guionista de “Black Mirror”)
Tras un año largo desde la finalización de la segunda temporada de la serie “Black Mirror” el espectador estaba ávido de nuevas historias en las que se le lanzasen a la cara sus contradicciones tecnológicas o las posibles consecuencias (habitualmente nefastas) del (ab)uso denuestra nueva condición de homo tecnológicus. Y Charlie Brooker no nos ofreció una nueva remesa de tres capítulos pero sí pudimos disfrutar en la Navidad de 2014 de un episodio especial navideño con tres subyugantes subtramas.
En este caso la tecnología que protagoniza el episodio es la realidad aumentada, algo que en la actualidad está comenzando a dar sus primeros pasos comerciales pero para lo que se augura un panorama inminente de gran éxito y aceptación, de hecho la reciente fiebre suscitada por el videojuego para móviles “Pokémon GO” se basa precisamente en el uso de esta tecnología que coloca objetos virtuales sobre un mundo real filtrado a través de la pantalla del dispositivo móvil.
En el capítulo la realidad aumentada se experimenta mediante lentillas de manera que lo que actualmente experimentamos a través de la pantalla del ordenador, móvil o tablet en esta nueva entrega distópica está integrado con nuestra propia visión. Y cual cuento de Navidad, el protagonista (interpretado por Jon Hamm, el Don Draper de “Mad Men”) parece explicar mediante tres historias las razones por las que se encuentra recluido en un apartamento.
La primera nos muestra un posible uso de estas lentillas de realidad aumentada que tanto añaden una capa visual de información a lo que vemos como comparten con otros nuestro punto de vista, a modo de Periscope, en el caso de un joven que no es muy hábil ligando pero está en contacto con un entrenador virtual. Además “retransmite” a sus seguidores sus progresos y todo se torcerá cuando una cita no salga precisamente bien.
La segunda historia puede ser incluso más espeluznante: la protagonista ve transferida su conciencia a un singular dispositivo, ella es introducida en una caja con cuatro paredes blancas que resulta ser un dispositivo interactivo muy especial pero todo se complica cuando la “copia de seguridad” de su propia conciencia está convencida de ser la propia chica y no asume su condición. Mientras el narrador (el personaje encarnado por Jon Hamm) intenta convencerla de que es una réplica y que su función será estar al servicio de la verdadera chica.
El último “subcapítulo” es quizá el más perturbador. Recordemos que las lentillas de realidad aumentada que se nos presentan en este especial de Navidad cumplen una función de interconexión fuertemente vinculada a las relaciones sociales virtuales. Al igual que en las redes sociales, cuando no queremos relacionarnos con alguien le bloqueamos. Pues bien, en este caso ese bloqueo se ejemplifica en que ya no seremos capaces de ver a quien nos bloquea y en su lugar las lentillas nos ofrecerán una imagen borrosa de esa persona. Y aquí el problema es que quien ha bloqueado al protagonista de la historia es la propia madre de su hijo.
El desarrollo de esta subtrama contiene el núcleo mismo de todo el capítulo, cerrando la intriga en torno a los personajes con los que se abría el mismo y su conclusión posiblemente sea de las más impactantes de toda la serie, tanto por el uso de la tecnología como por las consecuencias (hipotéticas) que podría acarrear si alguna vez llegase a ponerse en práctica… y técnicamente no estamos tan lejos de conseguirlo.
Para concluir este repaso que hemos ofrecido durante las últimas semanas a la serie “Black Mirror” y para contento de quienes la conocen y esperan nuevas entregas o de quienes la hayan descubierto ahora y ya tengan ganas de más, la buena noticia es que ya se ha anunciado oficialmente la fecha de estreno de la tercera temporada: el 21 de octubre de 2016.
Y como además ya hay alguna información adicional sobre esa próxima temporada os convocamos al próximo artículo de esta serie en el que avanzaremos más que interesantes datos sobre la misma.
“Si la tecnología es una droga, ¿cuáles serían sus efectos secundarios?” (Charlie Brooker, creador y guionista de “Black Mirror”)