El país sudamericano logrará hasta 2020 cumplir con las metas del Milenio, dice la FAO “Antes venían los pasteles de Oruro. Sólo tenía una batidora manual y no se podía hacer en cantidad. Ahora nos piden 15, 30, hasta 60 tortas si tenemos dos matrimonios en una semana. Somos 10 socias, que trabajamos en nuestras casas y algunas en nuestras tiendas. También hay señoras que hacen lechería, artesanías, tejidos”, cuenta doña Ascencia Huacaña, una de las 5.000 mujeres que han sido beneficiadas en Bolivia por el Programa Conjunto Semilla, que durante tres años dio capacitación y microcréditos a mujeres en situación de extrema pobreza, según un informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Precisamente, el Programa Semilla buscó erradicar la pobreza extrema en Bolivia, además de defender otros derechos vinculados a la mujer. A raíz de esta iniciativa surgieron varios proyectos sobre producción de artesanías, textiles, cueros, crianza de ganado o turismo social.
Es que hablar de los Objetivos del Milenio es hacer referencia a la reducción del hambre y la pobreza extrema. Según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en Bolivia, a través de políticas gubernamentales, se logrará con el cumplimiento de la meta hasta 2020.
“Tenemos tres ministerios casi articulados, las condiciones legales, presupuesto yo creo que Bolivia va lograr las metas al 2020 (…)”, afirmó el representante de la FAO en Bolivia, Crispín Moreira, en declaraciones reproducidas por la Agencia Boliviana de Información (ABI).
Moreira consideró que políticas impulsadas por el gobierno boliviano como el Plan de Desarrollo Económico Social a 2020 ayudarán también efectivamente a cumplir esas metas marcadas en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Yo creo que Bolivia ha perfeccionado las políticas públicas, sobre todo las metas, (…) si ustedes miran el plano hay metas muy claras, y hay presupuesto nacional del Tesoro Nacional y también el Gobierno ha dicho que va buscar cooperación”, señaló.
En el año 1990 al menos 72 países se comprometieron con la firma de un documento, recuerda el representante de la FAO, a cumplir con las metas del milenio y se hizo buscando reducir en 15 años a la mitad el hambre y la extrema pobreza.
“Ahora la meta que los países firmaron hasta el 2030 es cero de inseguridad alimentaria, cero de desnutrición al 2030 entonces en 1990 los países compartieron una meta reducir a la mitad ahora la meta es al 2030 un mundo sin hambre y sin pobreza”, puntualizó.
Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la extrema pobreza en Bolivia en 1996 era de 41,2%, mientras en 2012 se redujo a 21,6%.
El paso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Los Objetivos del Milenio fueron ocho propósitos de desarrollo humano establecidos en 2000 firmado por países de las Naciones Unidas con miras a 15 años, entre los que se destacan la reducción del hambre y la pobreza extrema, además de otros como lograr la enseñanza primaria universal, reducir la mortalidad infantil, etcétera.
Sin embargo, en 2015, luego del plazo establecido para estos objetivos, tras una evaluación, se realizó una extensión del listado y se pasaron a considerar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que ponen nuevamente énfasis en poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo; poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición; garantizar una vida sana; además de otros como garantizar la disponibilidad de agua, acceso de energía asequible y sostenible, entre otros.
Sin dudas estos objetivos representan nuevos desafíos para Bolivia y otros países, pero de momento el compromiso contra el hambre y la extrema pobreza en el país está intacto y “marcha por buen camino”, tal cual reconoció el propio Moreira.