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Personas-hogar: Alguien en quien descansar

mamá y su bebé durmiendo

© Donnie Ray Jones

Carlos Padilla Esteban - publicado el 18/07/16

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¿Cómo se fabrica el descanso? Descansar es dejar las preocupaciones y los miedos en el corazón de alguien que me acoge en mi debilidad y me acepta como soy. Me comprende, me sostiene, me abraza. ¡Qué importante que haya personas en mi vida en las que pueda descansar y recuperar las fuerzas! Son las que llamamos personas hogar.

Decía Pablo Arribas:Las personas hogar huelen a amor y aceptación incondicional. Huelen a cariño, a abrazos largos donde se te cierran los ojos y se esboza una sonrisa. Estas personas huelen a amistad, amor y familia elegida. Confían en ti incluso cuando tú mismo has dejado de hacerlo. Son aquellas personas que no te evitan el vértigo ni la caída, sino que te ofrecen las palabras exactas que solo puede regalarte alguien que se cosió las heridas a aprendizajes. Las personas hogar están siempre dos pasitos detrás de ti por si te caes, para sacudirte el polvo de las rodillas con amor y comprensión”.

Jesús era esa persona hogar para muchos. Llegaban a Él cansados, heridos, rotos. Y descansaban en su misericordia, en su mirada. Se sentían amados, comprendidos. Por eso los pecadores podían comer con Él sin sentirse culpables. Porque Jesús miraba su corazón.

¡Qué difícil mirar así sin pretender cambiar las cosas que no me gustan de aquel al que miro! Miro al que peca, al que me ha defraudado, a aquel en quien había puesto mi confianza y no estuvo a la altura. ¿Cómo voy a comer con él como si no hubiera pasado nada? ¿Cómo voy a aceptarlo tal como es, si no hace esfuerzos por cambiar?

Jesús comía con publicanos, con prostitutas, y los acogía. Descansaban en su mesa. Jesús come conmigo y me respeta y me ama. En Él encuentro un hogar. En Él descanso y recupero las fuerzas y vuelvo a creer en lo que de verdad quiero.

Traigo mi pecado, mi debilidad. Y traigo mis sueños y mis anhelos. Sé lo que quiero, lo que deseo, lo que espero. Sé hacia dónde camino. En Jesús encuentro la razón de mi existencia, el rumbo y la meta. En Él descubro mi camino.

Jesús descansa en mí. Y yo descanso en Jesús. Y descanso en personas que son hogar y me hablan del corazón de Jesús con sus vidas. Aquellos que están siempre con la puerta de su vida abierta para que yo pueda entrar.

Yo necesito personas hogar donde sentirme en casa. ¿En qué personas hogar descanso en mi camino? ¿Cómo descanso en Dios cuando estoy cansado?

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