Recta final del juicio por filtración y publicación de documento reservados del VaticanoLos acusados principales del Vatileaks 2, el sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda y la relaciones públicas italiana Francesca Inmaculada Chaouqui, pidieron la absolución de la acusación de “asociación para delinquir y la infiltración y divulgación de noticias reservadas” ante el colegio de jueces del Estado de la Ciudad del Vaticano este martes 2 de julio.
En la audiencia del lunes, la requisitoria de la fiscalía definió a Chaouqui como inspiradora y responsable de la trama y solicitó para ella 3 años y 9 meses de prisión.
Para Vallejo Balda solicitó 3 años y 1 mes de prisión porque lo considera el motor de esta “asociación para delinquir”.
En el caso de Nicola Maio, secretario de Vallejo, pidió 1 año y 9 meses de prisión dada su responsabilidad limitada en los hechos.
Los eventos se encuadran durante el funcionamiento de la disuelta comisión investigadora de asuntos financieros de la Santa Sede (COSEA), de la que Vallejo era secretario y Chaouqui miembro.
Defensa pide absolución
En la 19º audiencia, Emanuela Bellardini, abogada defensora de Vallejo Balda concluyó al solicitar la “absolución completa” de todos los cargos de su cliente, un delito que él mismo confesó pero aduciendo que lo hizo bajo presiones.
La abogada describió a Vallejo como un sacerdote de reconocida trayectoria, 26 años de servicio pastoral en la diócesis de Astorga (España), un hombre que vivía en “un clima de amenazas” alimentadas por la propia Chaouqui.
De otra manera, pidió una pena con carácter subsidiario y la absolutoria del delito de conspiración porque -argumentó- no existe, y la absolución por falta de pruebas del delito de revelación de documentos confidenciales.
La abogada señaló que Chaouqui, al no lograr un puesto de trabajo en la Santa Sede tras la extinción del COSEA, presionó a Vallejo a pasar información a los dos periodistas también implicados en el proceso: Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi.
Según la abogada, las presuntas amenazas se originaban a partir del temor del religioso hacia su ex colega, a la que vinculaba con el mundo de los servicios secretos italianos.
Esa tesis fue desmentida por la abogada de Chaouqui.
Por su parte, la abogada Laura Sgro, en su arenga en defensa de Francesca Inmaculada Chaouqui, solicitó la absolución con la fórmula más amplia de todos los cargos.
Al mismo tiempo, expuso que su cliente era “totalmente ajena” a los hechos y que en ningún momento presionó al sacerdote. Y que en un momento de rabia después de haberla utilizado para sus fines esta puso en duda su tendencia sexual.
Por ello solicitó para la ex relaciones públicas la absolución de los cargos que se le imputan “con la mayor y amplia fórmula liberatoria posible”.
La abogada de Chaouqui, durante sus casi tres horas de requisitoria, destacó que “lo que emerge de manera cristalina es que el único que mantuvo contactos con los dos periodistas fue Vallejo” y que “nunca dio a entender que pertenecía al servicio secreto italiano”, más allá de la participación de un almuerzo con políticos y empresarios.
La fase final de este proceso en primera instancia continuará mañana con el alegato final de los tres imputados restantes, Maio, Nuzzi y Fittipaldi, que estaba previsto para este martes.
La sentencia podría llegar el jueves, luego de escuchar todas las arengas de los abogados de Nuzzi, Fitipaldi y Maio. La cámara de consejo se reunirá para dar un veredicto tras escuchar a los abogados de los cinco implicados.
Por su parte, estaban ausentes los periodistas acusados, Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, autores de dos libros que utilizaron información reservada de la antigua comisión COSEA, instituida por el papa Francisco para estudiar la futura reforma económica del Vaticano.
Requisitoria de la fiscalía
En la audiencia 18º del lunes, el periodista Gianluigi Nuzzi, según los fiscales debería pagar una condena de 1 año de cárcel.
Los fiscales vaticanos han pedido la absolución, por falta de pruebas, para el otro periodista implicado, Emiliano Fittipaldi.
La fiscalía acusa a Chaouqui, Vallejo y Maio de asociación para delinquir. Consideran que los tres formaron una estructura dentro del Estado Vaticano para difundir información.
El fiscal sostuvo que esto representó “un peligro para el orden público y para la seguridad del Vaticano”.
La requisitoria de la fiscalía vaticana argumentó que desde junio de 2013, a la luz de las pruebas aportadas, los imputados actuaban “en la sombra y en el secreto”.
En esto, el periodista Gianluigi Nuzzi es cómplice moral del delito. No se considera punible que publicara los documentos. En el caso de Fittipaldi no estima que quede probada su participación en los hechos.