“Las personas con síndrome de Down quieren las mismas cosas que usted y que yo”
En Canadá, un grupo de niños alumnos van a celebrar una fiesta en casa de uno de ellos. Invitan a participar en la fiesta a todos los compañeros de la clase, excepto a Sawyer, con síndrome de Down, hijo de Jennifer.
En muchas ocasiones, descubrimos que el hombre, aunque sea llamado ser humano, carece de humanidad. Y es que se deja llevar por prejuicios, rechaza al que es diferente y únicamente piensa en sí mismo.
Casos que vienen a dejar patente esto que estamos planteando hay muchos y muy variados y el último acaba de convertirse en viral en la red.
En concreto, nos estamos refiriendo al que gira en torno a un niño con síndrome de Down que ha sido el único compañero de su clase que no ha sido invitado a una fiesta por tener esa alteración genética.
Un rechazo que, como no podía ser de otra manera, ha causado un gran dolor en la madre del menor, Jennifer Engele, que no ha dudado en contar lo ocurrido en la red social Facebook el pasado mes de junio y en dirigir esta carta a los padres de esos menores que decidieron que su hijo no tenía que divertirse con el resto:
“¡Hola a todos!
Sé que no nos conocemos muy bien, pero mi hijo Sawyer y su hijo están en la misma clase. Tengo entendido que su hijo recientemente ha entregado invitaciones de cumpleaños para toda la clase excepto a Sawyer, que no estaba invitado. También entiendo que esto no fue un descuido de su parte, que fue una decisión no incluir a mi hijo.
Quiero que sepa que no tenemos una expectativa de ser invitado a cada fiesta de cumpleaños. De hecho, cuando Sawyer celebró su cumpleaños el año pasado solo invitó a unos amigos cercanos porque queríamos hacerlo pequeño. Pero en tu caso, esta no es la misma razón. De hecho, ha invitado a todos, a 22 niños de la clase excepto a mi hijo.
Sé que no es porque no es divertido, tiene un gran sentido del humor y una risa contagiosa. Sé que no es porque su hijo y él no se llevan bien, se ha traído el nombre de su hijo en varias ocasiones. La única razón por la que decidió que era bueno no invitar a mi hijo a su fiesta de cumpleaños es porque él tiene síndrome de Down.
Lamento que usted no esté informado, tal vez tenga miedo, o inseguridad acerca de lo que significa que tenga el síndrome de Down. Sé que si supiera más sobre el síndrome de Down no tendría que tomar esta decisión.
No estoy enojada con usted. Más bien, creo que esta es una oportunidad para que pueda conocer a mi hijo mejor. Ya ve, tener el síndrome de Down, no quiere decir que no quiere tener amigos. Eso no significa que no tenga sentimientos. Eso no significa que no le guste ir a fiestas de cumpleaños.
Las personas con síndrome de Down quieren las mismas cosas que usted y que yo. Quieren tener relaciones cercanas, quieren sentir el amor de Dios, quieren contribuir, quieren tener vidas llenas de sentido, y quieren ir a fiestas de cumpleaños”.