Hasta ahora no se les proveía de los abogados necesarios para un justo procesoUn paso muy importante para la defensa de los menores de edad que emigran –principalmente— de Centroamérica hacia Estados Unidos acaba de producirse cuando un juez federal en Seattle aprobó convertir en colectiva una demanda que tiene como objetivo definir si menores migrantes indocumentados pobres tienen derecho a un abogado de oficio durante las audiencias de deportación.
La orden del juez federal de distrito Thomas Zilly, de Seattle, corresponde a un caso presentado por la Unión Americana de Libertades Civiles y defensores de los inmigrantes.
El caso impugna que el gobierno federal no provea los abogados necesarios para que los menores tengan un debido proceso tras su detención y casi segura deportación.
Se trata de un paso muy importante puesto que es sabido que cientos de miles de infantes –mujeres y hombres— de Guatemala, El Salvador o Honduras, van a Estados Unidos en busca de familiares que ya residen ahí, huyendo del acoso de las pandillas, de la violencia de los grupos delincuenciales y –finalmente— de una posible muerte al negarse a acceder a sus demandas.
Ahora, se prevé que los demandantes representen a miles de menores en toda la región oeste de Estados Unidos que tengan menos de 18 años y no puedan pagar abogado y que podrían aspirar al asilo o la ciudadanía estadounidense.
En el nombre de la libertad
Matt Adams, director jurídico del Proyecto Derechos del Inmigrante en el Noroeste, dijo el lunes pasado, mediante un comunicado, que de acuerdo al fallo, el fundamento de la práctica será argumentado en un solo caso, y el Gobierno tendrá que defender un sistema que en sus palabras “enfrenta a niños sin representación legal contra fiscales federales adiestrados”.
Juan José Gutiérrez, director ejecutivo del Movimiento Latino USA de Los Ángeles, señaló que sin lugar a dudas se trata de una decisión que sienta un gran precedente legal, “no solo para los que esperan en libertad la resolución de sus casos, sino para los cientos que están presos en las cárceles de ICE (Oficina de Inmigración y Aduanas)”.
En 2014 las detenciones de menores no acompañados en Estados Unidos se incrementaron de manera exponencial respecto a los años anteriores.
En 2015, los números se redujeron, de manera significativa, en particular para la población de Honduras y El Salvador.
Para 2016, sin embargo, se muestra una tendencia a la alza ya que, a pesar de que solo hay datos de la mitad del año fiscal, los números son similares al total de 2015.
A la mitad del año fiscal habían sido detenidos 9.607 menores de edad provenientes de El Salvador; 10.717 de Guatemala y 5.105 de Honduras.
Se prevé que este año sean poco menos de la mitad de los que fueron detenidos en 2014, año de la “crisis humanitaria” de los menores viajando sin compañía a Estados Unidos, cuando el número de detenidos llegó a 56.000.