Una intensa agenda la del Papa Francisco en la segunda etapa de su viaje a la “tierra de Noé”. Las hermanas de la Inmaculada Concepción dieron a Francisco una inolvidable bienvenida a su convento de “Nuestra Señora de Armenia” después de la misa que celebró en Gyumrí el sábado por la mañana. El Obispo de Roma fue recibido por un gran coro formado por jóvenes y ancianos que viven en este complejo donde las religiosas cuentan con un orfanato y un centro de día para mayores.
El Santo Padre almorzó en privado en el convento y pudo compartir tiernos momentos con toda la “familia” de la Inmaculada Concepción. Sor Arousiag, la responsable, se muestra feliz y orgullosa de la visita del Papa, “cuando me dijo el obispo que vendría Su Santidad, no me lo podría creer”, explicó a Radio Vaticano.
Y antes de dejar la segunda ciudad más importante de Armenia y volver a la capital, el Santo Padre visitó tanto la catedral apostólica de Gyumrí, como la catedral Católica, que se encuentran a pocos metros una de otra. La primera, la catedral de las Siete Llagas de María Virgen Santísima, fue muy afectada por el terremoto de 1988. Gracias a los benefactores armenios que emigraron a Argentina en la diáspora, hace algunos años se pudo reparar toda la estructura. Aquí en la época soviética, compartían lugar de culto los apostólicos y los católicos, ya que al vivir un ateísmo forzado todas las iglesias de la zona estaban cerradas y sólo podían rezar aquí.
Más tarde, Francisco, llegó a la catedral armenio católica de los Santos Mártires de Gyumrí, donde estaban presentes un grupo de discapacitados, además de algunos de los refugiados sirios que viven en la zona. Uno de ellos es el Padre Karnik Youssefian, sacerdote armenio católico de la parroquia de San José en Kamishlié quien contó que “todos quieren saludar al Papa y tocarle la mano”.
Recordemos que actualmente en Armenia la mayoría de la población es cristiana apostólica, alrededor de un 90% y el 9,6 % aproximadamente son cristianos católicos armenios.
Hoy celebramos a...