El himno, promovido por franciscanos, dominicos y cistercienses, ha sido atribuido a diversos autores medievales
El Salve Regina, mejor conocido como, simplemente, La Salve, es un himno mariano, y una de las cuatro antífonas marianas cantadas en diferentes tiempos del calendario litúrgico.
Tradicionalmente se canta a la hora de las Completas en el tiempo que va desde el sábado antes de la fiesta de la Santísima Trinidad hasta el viernes previo al primer domingo de Adviento, pero es tanto más común escucharla, recitada, como la última oración del Rosario.
Sin embargo, como himno, fue compuesto, aparentemente, a finales del siglo XI, obviamente, en latín.
Suele atribuirse su autoría al monje alemán Hermann de Reichenau (lo mismo que al obispo de Compostela Pedro de Mezonzo; al de Segovia, san Jeroteo; o incluso a san Bernardo de Claraval) pero la mayoría de los musicólogos dedicados al tema siguen considerando que el himno es anónimo.