Una foto casera que parecía divertida, un drama de dimensiones colosalesUna madre estadounidense, Stacey Wherman, captó con la cámara de su teléfono celular a su hija de 3 años, trepada en la taza de váter.
Le pareció divertida la ocurrencia de la chiquilla y antes de mandarla al celular de su marido, para que compartiera con ella las ocurrencias de su pequeña, se le ocurrió preguntarle por qué lo hacia.
La respuesta fue un adiós a la inocencia y una bienvenida a la realidad de una país como Estados Unidos, en donde ha habido muchas matanzas en escuelas y en jardines de infancia como el de Newton (Connecticut) en donde un joven de 20 años, Adam Lanza, mató a 27 personas y luego se suicidó.
En efecto, la pequeñita no estaba realizando un acto divertido o de equilibrio.
Lo que estaba era practicando la forma que le habían enseñado en el cole para burlar a un posible tirador que anduviera buscando víctimas por debajo de la puerta del baño.
En otras palabras, practicaba el simulacro de evacuación ante un ataque con pistola que le habían enseñado en el colegio.
Políticos, ¡miren!
La imagen, conmovedora cuando se conoce el contexto, ha sido muy difundida en redes sociales e iba acompañada del siguiente mensaje de Stacey, quien vive en el Estado de Michigan, al norte del país:
“Tomé esta foto porque inicialmente creí que era divertida. Iba a mandársela a mi esposo para mostrarle las travesuras que hace nuestra hija de 3 años”.
“Sin embargo, cuando ella me dijo lo que estaba haciendo, me quedé helada. Estaba practicando el simulacro de ataque que le habían enseñado en el colegio. Se suponía que había un hombre armado y ella estaba encerrada en el baño. En ese momento supe que toda la inocencia que mi hija de 3 años tenía, se había ido”.
“Políticos, miren: Este es su hijo, sus hijos, sus nietos, sus bisnietos y todas las generaciones que vendrán después. Ellos vivirán y crecerán en un mundo formado según las decisiones que ustedes tomen. Tienen apenas 3 años y andan escondiéndose encima de la tapa de los baños”.
“Nadie piensa que el control de las armas vaya a reducir el delito en un 100%, pero tal vez, sólo tal vez, ayude en un 1%, 2 % o 50%. ¿Cómo saberlo si no lo intentamos? ¿De qué manera estamos usando al tecnología para otorgar seguridad en los lugares públicos? ¿Hay alguna manera en la que yo pueda ayudar?”.
“No pretendo obtener todas estas respuestas inmediatamente, pero si no queremos ver a nuestros hijos escondiéndose en los baños de la casa, debemos hacer algo”.
A sacar las armas del público
El mensaje ha recibido miles de muestras de apoyo pidiendo al gobierno estadounidense que se decida ya a estar por encima de las presiones de los vendedores de armas en la Unión Americana.
Alguno de ellos recuerda que en 1996, Australia enfrentó un ataque masivo con 35 personas muertas en uno de los sitios más populares de Tasmania y, de inmediato, “el gobierno australiano confiscó todas las armas (…) y los australianos no se volvieron locos. Tiene sentido”.
Otros, simplemente, piden: “¡Saquen las armas de las calles!”, pero, hasta el momento, ni ha sucedido ni se ve cerca de que suceda.