Una rata gigante africana olfatea trazas de explosivos de minas antipersona en las instalaciones de entrenamiento de APOPO, en Morogoro el 17 de junio de 2016. APOPO entrena a las ratas para detectar tanto la tuberculosis como las minas antipersona en sus instalaciones. Cada año las minas terrestres matan o mutilan a miles de personas en todo el mundo. Las ratas son entrenadas para olfatear explosivos, y así son capaces de detectar la presencia de minas terrestres mucho más rápido que los métodos convencionales de detección de metales. La detección de metales es más larga y más laboriosa porque el equipo de detección detecta todas las trazas de metales en el suelo, incluyendo chatarra. APOPO utiliza las ratas entrenadas para trabajar en zonas afectadas por las minas como Camboya, Laos, Vietnam y Mozambique. Hasta la fecha APOPO ha ayudado a estos países a detectar 69,269 minas terrestres que han sido destruidas por las autoridades. La remoción de minas terrestres también es crucial para los agricultores y ciudadanos que reclaman el uso de la tierra, que antes no estaba disponible debido al riesgo.
FOTO: CARL DE SOUZA / AFP
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