Enséñame…Enséñame Jesús
a ser paciente
como lo fue María
con un corazon prudente
y siempre lleno de alegría.
Enséñame Jesús
a guardar en mi corazón
aquello que late en mi sentir,
que no sean mis palabras
las que te hieran
sino que mejor
sea mi silencio el que te ame.
Enséñame Jesús
a soportar lo injusto
sin quejarme
sino mirándote en la cruz.
Enséñame Señor
a soportar palabras
que me hieren,
que me juzgan
que quieren ocupar
mis pensamientos,
mirando tus manos
traspasadas
y tu herida por la lanza.
Enséñame Jesús
a callar como Maria
y guardar todo el sentir
que hay en mi vida
cerca de tu corazón
para que tu le pongas luz
para que se transforme
en bendición y no en heridas.
Enséñame a entregarte
la pequeña labor de mis manos
que cada punto tejido
sea bendición para mis hermanos.
Mariana Longo
Artículo originalmente publicado por Oleada Joven