La problemática de la desnutrición en los niños de La Guajira requiere medidas urgentesPara nadie es novedad que lo que le quita el sueño al Gobierno actual de Colombia es el tema de la paz. Los diálogos en La Habana vienen siendo una prioridad que tiene a Juan Manuel Santos en la mira de muchos.
Sin embargo, el país y ahora el gobierno de Santos no puede dejar de pensar en la cantidad de niños que vienen muriendo en el país a causa de la desnutrición, siendo muchos de ellos de las tribus de los wayuu. Esta minoría no puede soñar con la paz si es que antes no se les devuelve la atención que como cualquier ciudadano merecen.
En lo que va del año se han registrado 101 niños muertos por esta causa y se estima que más del 50% han sido indígenas y menores de un año.
La Guajira es la región más afectada que carga con esta dramática situación desde hace varios años. Javier Rojas, líder de los wayuu, compartió hace unos meses con Blu Radio lo siguiente: “La situación en realidad en La Guajira no ha cambiado, como lo hemos venido reportando desde hace más de cuatro años. La problemática de la desnutrición está exterminando nuestra niñez.”
Mientras buscan culpables, los niños siguen muriendo
Ha sido ciertamente lenta la respuesta de las instituciones involucradas. Y por un tiempo, los funcionarios estuvieron centrados en los culpables y responsables de los niños fallecidos donde.
Por un lado, está el Ministerio de Salud que ha declarado que no todas las muertes se deben a la desnutrición. Por otro lado, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que salió a defenderse después de las declaraciones del Presidente Santos: “Los niños que murieron el año pasado en La Guajira no estaban bajo protección del ICBF”, diciendo que las atenciones de esos niños fueron de paso.
Este incómodo debate se vuelve absurdo cuando la realidad sigue siendo la misma. El número de niños muertos ha crecido mientras se espera un plan de acción.
Una prueba de fuego para la paz
Un primer paso ha sido la mesa de diálogo presidida por Santos. Es cierto que hay muchos factores que hay que tener en cuenta al momento de pensar en la estrategia correcta: la sequía, el cierre de la frontera con Venezuela, la desigualdad en la zona y los choques culturales de un Estado que no dialoga con los indígenas.
Es un desafío el que tiene el gobierno actual que tanto habla de la proximidad de la paz. Mucho se ha dicho de los tiempos del posconflicto en los que se han pensado en estrategias que logren un estado de paz para la sociedad colombiana, pero es verdad que si el Gobierno no asume esta crisis humanitaria y no demuestra que se puede vivir en una Colombia sin hambre y sin muertes prevenibles, los tiempos de paz no serán duraderos.
¿Una luz de esperanza?
El Tribunal Superior de Riohacha, le otorgó 48 horas al presidente Juan Manuel Santos para garantizar el bienestar de los niños wayuu con la intención de acabar con el drama por el que pasan tantas familias al tener que enterrar a sus niños por escasez de comida.
La tutela ordena adoptar las medidas necesarias para que esos niños tengan alimentos con calidad y cantidad suficiente para atender sus necesidades y que la Presidencia cree o mejore una base de datos, donde conste cuántos y cuáles son los menores de esta comunidad y su situación individual frente a los riesgos de la desnutrición.