¿Se saben el del vendedor de esclavos que se consigue con el eunuco?
Un estudiante va a la ciudad, y uno de sus amigos le pide que, por favor, le compre dos esclavos de quince años. “Con gusto”, le responde el estudiante. “Si no consigo dos de quince, te traeré uno de treinta”.
Posiblemente el chiste no le haya hecho gracia. No es de extrañar; desde el siglo V a nuestros días, nuestro sentido del humor ha cambiado.
El contexto cultural del chiste, así como el paso del tiempo, no ayudan demasiado a hacerlo atractivo para los espectadores de hoy día, acostumbrados como estamos a los sitcoms y a las comedias hollywoodenses.
Pero también es posible que lo haya escuchado antes: es uno de los chistes más viejos de los que se tenga registro. De hecho, debe tener más o menos 1600 años, como este otro:
Un hombre va a donde otro y le reclama: “¡El esclavo que me vendiste murió!”. “¡Por los dioses! –contesta el otro- “¡Durante el tiempo que estuvo a mi servicio, nunca hizo semejante cosa!”.
Este, y otros 250 chistes más, forman parte del Philogelos, una antología romana de chistes del siglo IV o V, escritos en griego, con referencias a las distintas culturas que cohabitaban en el Mediterráneo durante el final de la República y el inicio del Imperio.
Una edición completa del texto, en inglés, está disponible en este enlace. Eso sí, no le garantizamos una risa fácil.