Nosotros vemos una parte, pero tu amor lo ve todo.
El beato Óscar Romero fue la inspiración detrás de una de las primeras canciones del álbum de Matt Maher Saints and Sinners. Una oración atribuida al obispo y mártir termina con la frase: “Somos profetas de un futuro que no es nuestro”.
“La última frase de la oración es la que realmente me impactó”, dice Maher. “Pensé: eso es lo que necesito. Necesito un futuro que no sea mío. Decidí escribir una canción basada en lo que podría pasar si alguien leyera esa oración. ¿Cuál sería su respuesta? La canción se volvió una respuesta a la plegaria, ‘Señor, necesito un futuro que no me pertenezca. Necesito un futuro que no sea diseñado por mí’“.
La oración expresa una paradoja que se encuentra en las virtudes cristianas: la íntima conexión entre humildad y magnanimidad.
Podemos hacer muy poco por nosotros mismos, pero cuando reconocemos nuestra pobreza, damos espacio al Señor para que trabaje a través de nosotros y logremos grandes cosas, incluso cuando eso signifique solamente plantar la semilla en esta vida.
Madre Teresa, quien inspiró otra canción de Matt, hace eco al mensaje de la oración de Romero: “Yo sola no puedo cambiar el mundo, pero puedo lanzar una piedra a través de las aguas para crear muchas olas”.
Durante nuestra vida, sólo realizamos una minúscula parte de esa magnífica empresa que es la obra de Dios. Nada de lo que hacemos está acabado.
No podemos hacerlo todo y, al darnos cuenta de ello, sentimos una cierta liberación.
Ella nos capacita a hacer algo, y a hacerlo muy bien.
Puede que sea incompleto, pero es un principio, un paso en el camino, una ocasión para que entre la gracia del Señor y haga el resto.
Es posible que no veamos nunca los resultados finales, pero ésa es la diferencia entre el jefe de obras y el albañil.
Somos albañiles, no jefes de obra, ministros, no el Mesías.
Somos profetas de un futuro que no es nuestro.
Lee toda la oración aquí. Y echa un ojo al álbum de Matt Maher aquí.
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Por Libby Reichert