¿Estás enfadado con alguien? Entonces, respira hondo y busca motivos para perdonar
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- Al perdonar, acabas con el estrés de la ofensa
Cada vez que recuerdas a la persona que te hirió vuelve esa mala sensación: el corazón se acelera y se te pone un nudo en el estómago, ¿verdad? Naturalmente tu cuerpo reacciona a las emociones negativas y recuerdos angustiosos. En el momento en que dejas de recordar la ofensa y focalizas la atención en las cosas buenas de la vida aprovecharás mejor el presente, dejando de revivir los sufrimientos que ya forman parte del pasado.
- Al perdonar, pasas a tener una visión correcta de los acontecimientos
Piensa conmigo: cuando una persona está irritada con otra, tiene la tendencia de exagerar las cosas, viéndolo todo peor de lo que es, ¿cierto? ¿Y sabes una cosa? Tu no debes ser muy diferente cuando estás enfadado: la rabia nos ciega y triplica el impacto de las ofensas. Al practicar el perdón, dejas de alimentar la rabia y puedes valorar los acontecimientos con otros ojos.
¿Difícil? ¡Mucho! Pero también es liberador.
- Al perdonar dejas de darle poder al que te ha ofendido
Vamos a suponer que no se trate de un malentendido: la persona en cuestión realmente estaba queriendo hacerte sentir mal. Entonces, darle vueltas a lo que ha pasado sólo conseguirá que des a esa persona el poder de hacerte sufrir. ¿Es esto lo que quieres? ¿Y no sería eso exactamente lo que la otra persona quiere?
Tenemos que tener más cuidado para evitar el daño. Es necesario proteger nuestros sentimientos. Cuando una persona intenta ofender a otra y no lo consigue, fracasa. Además de tener que convivir con sus propios problemas y con su infelicidad, no conseguirá transmitirte nada de eso a ti.
- Al perdonar, te apartas emocionalmente de esa persona tóxica
Si la persona que te ofendió es amarga, el tipo de persona tóxica, más razones para no alimentar pensamientos relacionados con ella. Lo mejor es liberarte de la rabia, que acaba manteniéndote ligado a quien no quieres.
- Al perdonar, convives mejor con quien vale la pena
Pero, ¿y cuando la persona con la que te enfadaste es alguien importante en tu vida? Ahí es bueno recordar que todos nosotros, aunque sea sin querer, también herimos a los demás. A veces en una discusión acalorada, con un comentario impensado o una broma fuera de lugar… la verdad es que todos hemos pasado por esto.
Entonces, teniendo presente el pensamiento de que nadie es perfecto, pregunto: ¿vale la pena perder la convivencia con alguien importante por causa de un mal momento?
Personas buenas y que se preocupan verdaderamente por la gente son pocas. Por eso no podemos ser intolerantes. Amar a los demás debe estar por encima de nuestro orgullo. Cambia la rabia por el diálogo e intenta entender los motivos de los demás. ¡Así no tendrás que arrepentirte de romper la relación con alguien importante en tu vida!
- Al perdonar, dejas de concentrarte en tus angustias
Focalizándonos en el dolor, dejamos de prestar atención a lo que vale la pena. Si quieres que sucedan cosas buenas en tu vida, necesitas mirar con más optimismo al ahora. Alégrate con quien te tiende la mano hoy, perdona y olvida a quien te negó la ayuda ayer. La importancia que des a los acontecimientos define lo que será importante en tu vida. Entonces, ¡deja de dar demasiado valor a las ofensas!
- Al perdonar, te estás haciendo un bien a ti mismo
Y lo más importante: te sentirás muy bien, ¡ garantizado!
Perdonar es muy difícil, pero también es una de las actitudes más bonitas e inteligentes que el ser humano puede practicar.
El perdón trae una sensación agradable de tranquilidad y autocontrol. Alimentar el rancor y practicar la venganza sólo te traerá enemigos y afectará a tu vida. Valora tu tiempo: ¡pon en corazón en lo que te hace feliz! Perdona a la persona que te ofendió e ignora la ofensa.
(via Refletir para Refletir)