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La empleada doméstica que perseveró, triunfó y maravilló

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Pablo Cesio - publicado el 03/06/16
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Su casa se convirtió en referencia de la arquitectura mundial

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Dalvina Borges nunca imaginó lo que le sucedió. Nació en una familia humilde en Brasil, tiene 74 años y se ganó la vida como empleada doméstica. Sin embargo, de un día para el otro saltó a la fama porque gracias a sus ahorros logró transformar su casa en una maravilla de la arquitectura mundial.

La casa está ubicada en Vila Matilde, un barrio popular en la zona este de San Pablo y está hecha en base a hormigón, piso de cemento, dos plantas y grandes ventanales, señala BBC Mundo.

“Cincuenta años economizando y lo conseguí”, expresa con alegría Borges a raíz de la perseverancia que tuvo que tener a lo largo de muchos años para poder tener una flamante residencia, que será presentada en unos de los eventos más importantes de la arquitectura a nivel mundial, la Bienal de Venecia.

Además, fue elegida como la mejor casa del año por la plataforma digital especializada Archdaily y hasta premiada en la última edición de la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo.

¿Por qué ha recibido tanto reconocimiento?

Hasta el propio arquitecto que lideró la obra de Borges se vio sorprendido por la repercusión que obtuvo esta casa.

La respuesta es porque brinda soluciones simples, económicas y estéticas para persona con recursos limitados, indica BBC Mundo.

Una historia de perseverancia

Precisamente, en el año 2011 el hijo de Borges llegó un estudio de arquitectos con el objetivo de reformar la casa de su madre.

El propio hijo contó que nació mientras su madre trabajaba para una familia como empleada doméstica con cama (trabajadoras domésticas que duermen en la casa en la que trabajan), que no tuvo hermanos y que a su padre nunca lo conoció porque no quiso asumir su paternidad.  “Sugirió que mi madre abortara, ella dijo que no y cada uno se fue por su lado”, expresó.

Con el tiempo, cuando ya no podían seguir viviendo en donde estaban gracias a algunos ahorros pudieron comprar una casa vieja en la zona de Vila Matilde.

Pero la casa no estaba en buen estado y rápidamente las fisuras y la humedad fueron moneda corriente. Incluso, cuenta su hijo, hasta se llegó a caer el techo de un cuarto mientras su madre estaba en el baño.

Inmediatamente, sin dudarlo, su hijo decidió ponerse en campaña para reformar la casa de su madre, pero para ello antes había que demoler y empezar de nuevo.

El triunfo

“Doña Dalva”, así se la conoce a esta empleada doméstica, pagó dos tercios de la obra gracias a poner todo el dinero que tenía ahorrada, asegura BBC Mundo, y el resto lo completó su hijo también con sus ahorros en momentos en que el país aún no atravesaba una fuerte crisis económica y el consumo a veces se daba en demasía.

“Hubo sí un boom en Brasil de personas comprando autos, teléfonos, aparatos electrónicos”, cuenta su hijo. “Nosotros no. (El ahorro) fue una cosa constante a lo largo de la vida”, subrayó.

En tanto, el arquitecto reconoció que para la puesta a punto de la casa reformada hubo que atender gustos personales de Dalva como el amor a las plantas, por ejemplo, y que si bien personas como ella por lo general, de clase media-baja, no buscan habitualmente los servicios de un arquitecto, en este caso se la atendió sin prejuicios y como a cualquier otra persona.

Una vez finalizada la obra de bajo costo lo que quedó fue una planta baja con una sala comedor que se comunica con un corredor con la cocina, un área con grandes ventanales y un jardín central muy amplio. Sencillo, económico y estético.

La realidad

La casa aún a tiene algunos detalles para considerar y la propia Dalva reconoce que para arreglarlos deberá volver a ahorrar pues recientemente perdió uno de los empleos gracias a la crisis que vive el país.  Además, tiene que comprar otras cosas como muebles. “Otros 50 años y lo consigo”, finalizó.

A través de esta ironía Dalva deja en claro que detrás de algo que aparentemente deslumbra al mundo, como puede ser en este momento una solución habitacional que sirve de modelo para personas con bajos recursos, hay una actitud de entrega y perseverancia que se trasluce en no malgastar lo poco que tiene y con esfuerzo también cumplir sueños.

Es verdad, su casa maravilla al mundo y se hizo famosa, pero en realidad queda demostrado que en definitiva es algo anecdótico y secundario.

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