Exploradores argentinos unen los dos polos y viajan al Vaticano para concienciar sobre el cambio climático En ese punto, cualquier camino que tomaran era el correcto; cualquier camino los llevaba a casa. El 22 de abril a las 17 (23 de abril a las 7 en la Argentina), 8 expedicionarios llegaron al Polo Norte para concienciar sobre el cuidado climático.
El grupo de expedicionarios argentinos fue el primero íntegramente formado por ciudadanos de ese país en alcanzar el punto desde el cual la única opción es ir hacia el sur.
Patrocinados por la fundación Criteria, y con el apoyo del ejército argentino, integraron la expedición 7 militares y un civil, el fotógrafo Tomas Heinrich, primer argentino en haber escalado el Monte Everest. Otro militar les sirvió de apoyo desde la base más cercana, a diez días de camino.
Además de la concienciación, el grupo persiguió una finalidad científica, y obtuvo muestras para comparar hielo del ártico con hielo de la Antártida, en el que por cercanía y bases los científicos argentinos tienen vasta experiencia.
De hecho, tres de los miembros de la expedición ya habían hecho pie en el Polo Sur.
El pasado domingo, los primeros resultados de ese trabajo de campo fueron presentados al papa Francisco por uno de los integrantes de la misión que hizo pie en el Polo Ártico, Santiago Tito, y otro que acompañó desde muy cerca, desde la emblemática base rusa Barneo, el general retirado Mauricio Fernández Funes, ambos de la Fundación Criteria.
Es que entre los motivos que inspiraron al grupo se encontraban las reflexiones ecológicas de la encíclica Laudato Si.
Además, el grupo portó con sí un olivo de la paz, promovido por la fundación Scholas Ocurrentes, organizadora del congreso en el Vaticano en el que el grupo presentó los avances.
Además, a través de Scholas, el papa Francisco les hizo llegar un mensaje momentos antes de la hazaña. Un mensaje que los “abrigó”.
“Personalmente queremos decirle que cuando estábamos allá, leyendo la carta de aliento que nos envió a través de Scholas, casi no podíamos mover los dedos por el frío, pero su mensaje y bendición nos ‘incendió’ el alma para poder alcanzar nuestros objetivos. Nos escribió una frase que nunca olvidaremos: ‘con amor, con esfuerzo y trabajando en equipo es posible transformar los viejos muros en puentes’. A esto estamos llamados todos los aquí presentes, y toda la humanidad”, tuvo la oportunidad de decirle Santiago Tito al Papa Francisco.
Desde la salida de la base Barneo, fueron diez días de recorrido, con 11 kilómetros con esquíes de fondo. Se movilizaron más de diez kilómetros por día con temperaturas cercanas a los 30 grados bajo cero.
El esfuerzo de la expedición puede llegar a dar grandes frutos, independientemente de la concienciación.
Las muestras obtenidas ayudarán a elaborar un diagnóstico del estado actual de la región, en contraste con la información obtenida en la zona de la Antártida.