Tim Burton sigue su viaje iniciado con Alicia en el país de las maravillas (2010). En cuanto a los efectos especiales, el rutilante colorido, el surrealismo trepidante y la calidad del producto, podemos hablar de continuismo fiel. Sin embargo, con esta nueva Alicia a través del espejo (2016), la dirección la asume James Bobin, quedándose Burton en mero productor.
En lo que respecta al reparto y a los personajes también son prácticamente los mismos. El últimamente célebre por su segundo divorcio Johnny Deep, como sombrerero loco. Helena Bonham Carter, exmujer de Burton, como malévola y cabezona princesa Iracebeth. Anne Hathaway, que según dicen algunos medios esta semana hubo un tiempo en que iba para monja, como la angelical, aunque de ojos góticos, reina Mirana. Los gemelos medio zopencos que parecen salidos de El resplandor (1980). El gato flotante y filosófico. Los conejos, liebres y demás animalejos de rigor. Todos orbitando en torno a la Alicia, interpretada por la misma actriz principal, Mia Wasikowska.
La novedad en cuanto a las estrellas de esta segunda entrega la tenemos en Sacha Baron Cohen. Ejerce de Tiempo con los ojos azules fosforescentes y con una comicidad naif que emparenta de un modo gratamente balbuciente con sus papeles más bien irreverentes y supurantes de sexualidad chabacana en Borat (2006), Brüno (2009) o con el mismo Ali G, que, entre otros productos protagonizó el Da Ali G Show (2003-2004), del que curiosamente fue guionista y director el mismo James Bobin.
Con este material dramático, todo parece confabulado para que el relato no quede demasiado para todos los públicos. Pese a todo, fallan las previsiones y lo que sale es, desde mi punto de vista, un peliculón, seguramente gracias al original de Lewis Carroll y a la suma de las afiladas creatividades de los artistas citados y de muchos otros que colaboran.
Las cuestiones que se juegan en el filme son sencillas. En primer lugar, está la afirmación de que lo imposible es fundamental para vivir con estatura humana. En segundo lugar, está la convicción de que ayudando a los demás se aclara la propia vida. Cosas ambas muy pertinentes para los tiempos que corren.
La escena con la que se lanza el relato es proverbial. Una persecución náutica. Alicia es la capitana de un barco que es acosado por tres navíos piratas malayos. La situación parece irresoluble. Los corsarios han conseguido atraparlos. No tienen escapatoria. Alicia y los suyos tienen delante un aparentemente infranqueable muro de rocas.
Es entonces cuando la protagonista invoca el imposible e idea sobre la marcha una improbable maniobra de escorado sin precedentes, encontrando un pequeño paso gracias a que consigue disminuir la superficie sumergida del casco del barco. Los acosadores, no hay que decirlo, se dejan íntegros los bajos de sus embarcaciones y embarrancan a lo grande en el estúpido intento de darles caza.
Después Alicia llega a casa con un año de retraso con respecto a la previsión y las cosas han cambiado mucho. La sociedad y sus convenciones parecen no encajar demasiado a alguien tan original como ella. Además, las deudas de su madre, tras la muerte del padre, parecen indicar que tiene que dejar su verdadera vocación como capitana y vender el velero mercante heredado.
En mitad de su dilema aparece la mariposa Absolem, que la guía de nuevo hacia el país de las maravillas a través de un espejo que comunica los dos mundos. Su amigo el sombrerero necesita recuperar su esperanza. Ha caído en una depresión criminal que torna blanca su roja cabellera y convierte sus alegres y desorbitados ojos en escaparates de la penumbra y la angustia.
A partir de ese momento la trama se vuelve trepidante. Gracias a la cronosfera robada al Tiempo, Alicia va viajar al pasado en busca de respuestas para el corazón enfermo de su amigo. Al final, cómo no, va a conseguir de nuevo el imposible para el sombrerero, que va a ver cumplido su deseo.
Y, lo más interesante, es que de lo visto en todo ese periplo Alicia va a sacar fuerzas no para afirmarse a sí misma a su vuelta al mundo real, sino para iniciar la aventura de la afirmación del otro a través del propio sacrificio. Lo cual la llevará al ciento por uno. Y no digo más, que no hay que pasarse con los spoilers.
Hoy celebramos a...