En honor del continente del primer papa latinoamericano se inaugura nueva colección del Museo Etnográfico del VaticanoLas Américas es el titulo de la colección del Museo Etnográfico del Vaticano cuyo catálogo subraya el valor de la cultura indígena del “continente de la esperanza” que se presentó el 24 de mayo y que valora la piedad popular recordada en tantos discursos del papa Francisco.
La muestra completa fue restaurada, clasificada y publicada en un libro nombrado igual que la colección, la cual fue inspirada en 2015 por el papa Francisco y su encíclica sobre el cuidado de la casa común, Laudato Si.
En este documento el pontífice latinoamericano escribe que “junto al patrimonio natural, hay uno histórico, artístico y cultural también amenazado, por lo que la ecología requiere el cuidado de la riqueza cultural de la humanidad en su sentido más amplio”.
El catálogo, organizado por el sacerdote Nicola Mapelli y Katherine Aigner, representa una exhibición de amplio espacio dedicado a los pueblos del continente americano, desde una estatua del jefe de la tribu de los Sioux del Misisipi a un crucifijo de coral de República Dominicana de mitad siglo XX.
La colección es el resultado de un estudio de cinco años, desde 2011 hasta 2015, en los que el padre Mapelli recorrió las dos Américas, desde Alaska, en el norte, hasta la Tierra del Fuego, en el extremo sur del continente.
Según los organizadores, la muestra expresa la atención y la cercanía de la Iglesia a todas aquellas poblaciones que velan por conservar las propias culturas y el propio ambiente natural ante los continuos ataques de quienes por intereses personales prueban a acabar y olvidar la rica historia de estos pueblos.
Destaca asimismo la mantilla y la corona de plumas de Tucano de Colombia de finales del siglo XIX y la pipa de la paz que el indio de la tribu Crow de Estados Unidos John Pretty regaló a san Juan Pablo II en 1986.
Entretanto están presentes las cerámicas incas o las de los indios de la cultura muisca, del centro de Colombia con la figura femenina plasmada en barro o el porta misal de Cristóbal Colón que proviene de Cuba.
El sacerdote italiano responsable del Museo Etnológico de los Museos Vaticanos y director de la muestra explicó las varias etapas que recorrió en estos años preguntando a varias comunidades indígenas el origen de varias piezas que se encontraban sin clasificar en los Museos Vaticanos.
La mayoría de las obras de arte fueron donadas al papa Pío XI para una gran muestra que por voluntad del Pontífice se organizó en 1925 para ilustrar a los europeos sobre otras culturas del mundo.
Muchas de esas obras llegaron de tierras de misión y luego fueron llegando otras.
Las culturas de las islas caribeñas están representadas por objetos regalados a Juan Pablo II y una escultura de madera que ha llegado de Haití.
La colección de “Las Américas”, según el cardenal Giuseppe Bertello, presidente del Governatorato, coincide también con el pontificado del papa Francisco, “el primer Obispo de Roma nacido en ese continente”.
El cardenal Bertello, durante la presentación, rememoró las palabras del papa Francisco sobre “la necesidad del diálogo entre las culturas y los pueblos, entre las religiones y la espiritualidad, para crear un mundo de pacífica convivencia y armonía en el cual la diversidad, en lugar de ser un obstáculo por eliminar se vuelve una riqueza para cultivar y preservar con cuidado”.
“Los papas han querido que en los Museos –comentó el director de los Museos Vaticanos, Antonio Paoluci-, en el mismo lugar donde se encuentran las obras de Miguel Ángel o Rafael, se encuentren también las obras de arte y las artesanías provenientes de todo el mundo y de todas las épocas históricas”.
Asimismo, Paolucci remarcó respecto al museo Etnográfico del Vaticano, que “cada expresión artística del horizonte cultural humano está aquí plenamente valorizada”, al mismo tiempo que destacó la variedad de las 100.000 piezas provenientes igualmente de Austria y Oceanía, Asia, África.
Las primeras obras fueron recogidas y enviadas a Roma en varios siglos por los misioneros católicos en misión de evangelización en América y África y son, explicó Paolucci, una muestra de “inculturación”, entre cristianismo y las culturas locales, digna de ser “preservada y admirada”.
Al respecto, en las colecciones etnográficas del Museo Borgiano (1886), Angelo Colini –refiere p. Mapelli- existen pruebas de que que el cardenal Stefano Borgia (1731-1804) ya tenía en su posesión una rica colección ártica. Luego ese material fue trasladado al Museo Etnológico del Vaticano.
Así que desde ya, los turistas y peregrinos que visitan la Ciudad Eterna pueden admirar la muestra representativa de una parte de la historia de las culturas y las misiones que por siglos y generaciones han luchado por no desaparecer.
Ahora, el homenaje de los Museos Vaticanos a la riqueza cultural de América.