Primer impago masivo en la historia de esta isla caribeña: la peor crisis fiscal y humanitaria que ha enfrentado en su historia la isla caribeñaPuerto Rico, la pequeña isla del Caribe (oficialmente: Estado Libre Asociado de Puerto Rico; territorio no incorporado de los Estados Unidos con estatus de autogobierno) se está quedando sin habitantes por la profunda crisis económica provocada por el endeudamiento y la pobreza.
El Instituto de Estadísticas de Puerto Rico ha confirmado, de manera concreta, que la isla vive el mayor éxodo poblacional de su historia, superior incluso al de los años cincuenta, con una pérdida del 1.8 por ciento su población solo en 2014.
Ese año, unas 84.000 personas emigraron de Puerto Rico a Estados Unidos, mientras que en dirección contraria lo hicieron unas 20.000, lo que equivale a una emigración neta de 64.000 personas.
Así mismo, la estadísticas demuestran que de 2010 a 2014, el país tuvo una pérdida real de 263.000 personas, muy por encima de la gran migración que tuvo la isla caribeña entre 1950-1954, por lo que se le llama ya “el segundo gran éxodo de Puerto Rico.”
La mayor parte de los migrantes tienen educación y algún trabajo, pero no han visto su futuro –para ellos y sus familias— nada claro.
Menos aún tras el anuncio, la semana pasada, por parte del gobernador de la isla Alejandro García Padilla, de aplicar una moratoria unilateral en el pago de los 422 millones de dólares que al término del mes de abril debía abonar a los titulares de deuda del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), el brazo financiero del Ejecutivo.
Este es el primer impago masivo en la historia de esta isla caribeña. “Ha sido una decisión muy difícil, que francamente hubiese preferido no tomar”, explicó en un mensaje público a la ciudadanía en el que dijo que su prioridad es “proteger el pago de los servicios básicos a nuestra gente, mientras Puerto Rico continúa luchando para superar la peor crisis fiscal y humanitaria que ha enfrentado en su historia“, dijo García Padilla.
Por su parte, el arzobispo de San Juan de Puerto Rico, Roberto Octavio González Nieves, en Nueva York, durante el foro que se llevó a cabo en el Center for Puerto Rican Studies del Hunter College, el 22 y 23 de abril, con el título Refundemos a Puerto Rico, dijo: “Hoy la patria nos pide que no nos callemos. Callarse es resignarse. Y, los puertorriqueños somos personas de paz, pero no nos resignamos.”
Y lanzó una advertencia que, aunada a la crisis migratoria, sonó como un mensaje de urgencia a todos los portorriqueños, tanto los que han emigrado a Estados Unidos, como los que viven en la isla:
“Estamos muy divididos y polarizados; no estamos unidos. Nuestra unidad es necesaria si queremos progresar; si queremos eliminar las desigualdades entre nosotros y convivir con nuestros distintos pareceres en un espíritu de respeto mutuo, amor y misericordia”, dijo.
Y añadió: “El esfuerzo por refundar nuestra Patria puede convertirse en un proyecto para crear esa unidad tan necesaria y anhelada entre todos los puertorriqueños”.