Una investigación publicada por el Journal of Epidemology and Community Health, sobre una muestra representativa de 50.000 adultos, reveló que quienes frecuentan actividades culturales tienen una menor tendencia a la depresión o la ansiedad, como lo reseña el portal Arte Al Límite.
Para efectos teóricos, el estudio dividió las “actividades culturales” en dos tipos: creativas o receptivas. Las primeras son aquellas en las que la persona se involucra en la creación de un bien cultural (clases de piano, de escritura, de pintura), y la otra en la que la persona recibe experiencias “culturales” (visita una galería, un museo, va a un concierto). En ambos casos, el resultado fue similar: las personas que se involucran en actividades culturales son más propensos a llevar una vida emocionalmente más sana y equilibrada que aquellas que no.
El material del estudio constó principalmente de cuestionarios en los que se preguntaba con qué frecuencia los encuestados participaban en actividades culturales, y cómo estas estaban relacionadas con su estilo de vida. A partir de esta información, se pudieron establecer derivaciones vinculadas con estados de salud física y mental, incluyendo un examen clínico de los encuestados que permitirían contrastar los resultados del examen con los datos de las encuestas.
Aquellas personas que frecuentaban actividades culturales, creativas o receptivas, no sólo gozaban de mejor salud emocional –menor o ninguna disposición a sufrir de ansiedad o depresión- sino que, además, exhibían conductas más alegres, con mayor iniciativa y creatividad.
Sí: el museo te hace bien.