El estreno del documental Dark Star. El universo de H.R. Giger nos ha recordado que hace casi cuarenta años se estrenaba Alien. El octavo pasajero. El film, que pese a todo tiene sus detractores, no ha ido más que ganando con el paso de los años tal vez porque ninguna de sus secuelas (incluida Prometheus) ha conseguido ni hacerle una tímida sombra a la película original.
Alien surgió como idea de Dan O´Bannon, un nombre fundamental del fantástico de la época que desgraciadamente se ha diluido con el paso de los años debido, entre otras cosas, al fulgor de algunos de los cineastas que lo acompañaron en su carrera. O´Bannon había hecho una comedia de ciencia ficción con su amigo John Carpenter titulada Dark Star. Era un film premeditadamente demencial en el que el extraterrestre era un balón de playa recubierto con aerosol pero O´Bannon tenía en su cabeza la firme idea de hacer un día una película sobre un extraterrestre que fuera realista.
Como fanático del género estaba harto de ver extraterrestres con trajes cutres y actores maquillados en infinidad de títulos del género de los años 40 y 50. O´Bannon quería hacer una película sobre un extraterrestre que fuera tan realista que diera miedo. Además, se deba la circunstancia de que O´Bannon sufría la enfermedad de Crohn, una dolencia intestinal que le hacía sentir todos los días como sí tuviera algo vivo en sus entrañas. Si han visto Alien aten cabos y si no, vayan a verla ahora.
Otro de los aspectos fundamentales de Alien fue el artista suizo H. R. Giger, que terminó diseñando el célebre extraterrestre, también conocido como Xenomorfo. O´Bannon coincidió con Giger en los preparativos de una versión de Dune que nunca llegó a filmarse bajo las órdenes del director chileno Alejandro Jodorowsky. Aquel contacto fue fundamental.
Se da la circunstancia además de que Ridley Scott conoció la obra de Giger por mediación de O´Bannon con una inquietante obra titulada “Necronomicón”. ¿Que qué significa “Necronomicón”? “Necronomicón” es un libro ficticio inventado por el escritor norteamericano especializado en la literatura de terror Howard Phillip Lovecraft según el cual fue escrito por un árabe loco que hablaba de una extinta raza de criaturas que habitaron la Tierra antes de que apareciera cualquier tipo de vida.
Lovecraft, que ha sido y es un escritor muy recurrido en el cine, es tremendamente complejo de adaptar, entre otras muchas razones por su personal concepción del horror. Al terror de Lovecraft se le suele llamar “horror cósmico”, quizá porque se trata de un miedo arcaico con el que casi nacimos infectados. Un miedo al oscuro infinito en su versión más abstracta y profunda. Un miedo que no se puede describir y que tan solo se puede sentir, como mucho intuir.
Fue en este punto donde los responsables de Alien dieron en el clavo cuando la conocida criatura solo era esbozada en el largometraje con imágenes fugaces, recortadas y oscuras. El gran logro de esta obra maestra titulada Alien es que la criatura terminaba resultando tan siniestra y remota como los relatos de Lovecraft. Sin duda el escritor de Providence habría apadrinado de buen gusto esta apropiación (no acreditada) de su universo. Especialmente en todo lo que se refiere al Xenomorfo.
Desde su creación hasta su intrigante origen pasando por su primera aparición en la película en esa nave abandonada infestada de huevos con una extraña criatura con el pecho destrozado, por no hablar de su propio diseño obra de una mente extrañamente enrarecida, también hermosa, pero al mismo tiempo con sabor nocivo y angustioso como la de H.R. Giger.
Hoy celebramos a...