No hubo incidentes en el traslado, aunque sí algunas protestas de activistas en el muelle gritando: "UE avergüénzate"
Hoy lunes empezaron las deportaciones desde Grecia a Turquía previstas en el polémico acuerdo entre la Unión Europea y Turquía para limitar la llegada de migrantes y refugiados a Europa.
Las personas expulsadas de la Unión Europea -¿inmigrantes, refugiados?- fueron trasladadas durante la noche desde el campo de Moria hasta el puerto de Lesbos en autobuses.
Después, dos ferris turcos usados normalmente para turistas, les llevaron al puerto de Dikili, donde fueron recibidos por representantes de los servicios de inmigración turcos.
No está clara la información sobre el número exacto de personas –de hecho hay mucho por aclarar todavía sobre cómo se va a aplicar concretamente el acuerdo-, pero parece que el primer grupo estaba formado por poco más de 130 hombres en su mayoría originarios de Pakistán.
Algunos medios, como El País indican que había también dos ciudadanos sirios que querían volver voluntariamente y otros hombres de Bangladesh y Marruecos. El diario español añade desde la isla de Quíos partió otro grupo de 66 personas.
Cada uno de los expulsados salió de Europa acompañado por un policía (los agentes iban desarmados y procedían de distintos países europeos).
No hubo incidentes en el traslado, aunque sí algunas protestas de activistas en el muelle gritando “no a las deportaciones” y “UE avergüénzate”, informó BBC Mundo.
Se cumplen así rigurosamente los plazos previstos por la Unión Europea y Turquía para la deportación. Lamentablemente no ha existido esa palabra para cumplir con los compromisos adquiridos por la Unión Europea respecto a la ayuda económica y logística para acoger a los refugiados.