El Pontífice saludó con un gesto de apertura la esposa de Macri, aunque no están casados por la IglesiaEs sabido que una de las ceremonias más cuidadas en la Santa Sede son las visitas de Jefes de Estado al Sumo Pontífice. Recientemente, la Secretaria de Estado realizó un cambio de protocolo, específicamente, por petición de Papa Francisco, según fuentes periodísticas.
A partir de ahora, los Jefes de Estado católicos pueden visitar oficialmente al Papa junto a su esposa aunque ésta no esté casada por la Iglesia. Fotos y regalos oficiales incluidos.
Según la corresponsal en Roma del periódico argentino ‘La Nación’, Elisabetta Piqué, que citó una fuente vaticana “bien informada”, a Francisco le costó convencer a la Secretaría de Estado de esta histórica innovación en el tradicional protocolo.
De esta manera, el cambio de protocolo fue aplicado por primera vez, y circunstancialmente, precisamente durante la visita al Vaticano del presidente de la Argentina, Mauricio Macri, que fue recibido por Papa Francisco el pasado sábado 27 de febrero.
Hasta ese cambio, la o el consorte en cuestión esperaba en otra sala y, después de la audiencia, el Papa los saludaba por separado.
Así, los primeros que observaron esta nueva practica fueron el nuevo presidente argentino Macri y su tercera esposa, Juliana Awada.
Las fotos del Papa y su beso a la pequeña hija de los Macri, en brazos de la primera dama, dan acto de este cambio, el cual pone al centro la persona antes que las normas formales.
Otra imagen llamativa ha sido el beso de una de las mujeres del séquito en la mejilla del Papa. Bergoglio, lejos de sorprenderse aceptó con naturalidad el gesto.
Aleteia consultó fuentes diplomáticas que confirmaron que la Secretaria de Estado aún no ha enviado un documento de nuevas disposiciones en el protocolo dirigidas a las embajadas ante la Santa Sede para preparar el recibimiento de los jefes de Estado.
Y una fuente oficial, confirmó, en cambio, que las comunicaciones del protocolo en cada ocasión se hacen por vía oral.
Sin embargo, se trataría de una nueva disposición acorde con los tiempos y, aplicada con discreción, sin tanto clamor.
En el protocolo tradicional, en cambio, se establecía que se considerara la “regularidad” del matrimonio del mandatario católico según el derecho canónico.
Por su parte, el portal de información vaticana, Vatican Insider, ha confirmado con fuentes de la Secretaría de Estado que este cambio se aplicará en las futuras visitas de Jefes de Estado católicos en visita oficial al Vaticano.
La decisión no implica un cambio de la ley canónica, que considera ilegítimos tales matrimonios, sino una aplicación de un principio que defiende Francisco: que los divorciados vueltos a casar sean “integrados en la vida” de la iglesia aunque no puedan acceder a la comunión.
Quedan igual las reglas de sobriedad en la vestimenta en las audiencias privadas con el Papa (frac de los embajadores o vestido negro y mantilla para las mujeres), más allá de las normas de sentido común y de etiqueta diplomática convencionales.
Solamente las reinas católicas tienen el privilegio de vestir de blanco. Privilegio que solo tienen la Reina de España y de Bélgica, y la Gran Duquesa de Luxemburgo, cuyas monarquías recibieron el título de Monarquía Católica.
La organización de la visita de un Jefe de Estado al Vaticano es responsabilidad de la Prefectura de la Casa Pontificia. Asimismo, la Santa Sede tiene una oficina del Protocolo que se ocupa de estas ocasiones.
En estas visitas, los huéspedes de honor del Papa son acompañados por el Prefecto de la Casa Pontificia, el Delegado de la Comisión Pontificia para el Vaticano, los Gentilhombres y el Comandante de la Guardia Suiza.
El Prefecto de la Casa Pontificia acompaña al Jefe de Estado al Salón del Trono, donde es recibido por el Papa. Una vez que han concluido los saludos, el Pontífice lo invita a la Biblioteca para mantener la reunión privada.
Al finalizar la entrevista privada, todos los acompañantes del Jefe del Estado pasan a la Biblioteca y son presentados al Papa por el mismo mandatario.