“Eres Tú quien siempre encauzó este pequeño barco de papel que muchas veces no supo a donde iba…”Hoy soy como un barco de papel
que se deja llevar por la corriente.
No soy fuerte.
Mi piel se desvanece con el roce,
mi estructura aunque rígida
se deja moldear por los movimientos.
Tengo la certeza
de que no conozco el rumbo,
que el timón lo he perdido hace ya algún tiempo,
que voy donde el torrente me invite.
Y a cada día mi horizonte parece querer cambiar.
Existen mañanas donde encandilada por la luz del sol,
no logro ver las danzas de los pájaros en el cielo.
Así cómo tantas noches
me turba la oscuridad y el silencio que esconde la luna.
Pero cuando el miedo parece querer arrebatar mis sueños,
llegas y me invades de tu paz.
Mi piel ya no se siente débil,
mi corazón comienza a expandirse,
y empiezo a comprender.
Eres Tú quien siempre encauzó este pequeño barco de papel,
que muchas veces no supo a donde iba,
que quiso tomar con sus fuerzas la dirección,
y vorágine mediante,
dócil volvió a seguir tu voz.
Por Nicole Mass
Artículo originalmente publicado por Oleada Joven