Aleteia logoAleteia logoAleteia
jueves 25 abril |
San Marcos, evangelista
Aleteia logo
Desde Roma
separateurCreated with Sketch.

El Papa muestra una enseñanza que sacar de las desgracias

HAND,REACHING

Valeria Boltneva | CC0

Radio Vaticano - publicado el 28/02/16

Las palabras de Francisco llenas de esperanza: "¿Han pensado ustedes en la paciencia de Dios?"

Cada día, lamentablemente, las crónicas reportan malas noticias: homicidios, incidentes, catástrofes… también el Evangelio habla de hechos trágicos que sucedieron en aquel tiempo.

De ello habló el papa Francisco al rezar el Ángelus el 28 de febrero de 2016, citando el Evangelio de Lucas (13,1-5).

“Jesús se refirió en una ocasión a una represión cruel realizada por los soldados romanos dentro del templo; y el derrumbe de la torre de Siloé, en Jerusalén, que había causado dieciocho víctimas”.

“Jesús conoce la mentalidad supersticiosa de sus oyentes y sabe que ellos interpretan este tipo de acontecimientos de modo equivocado”, explicó Francisco.

Las tragedias no son un castigo de Dios

“De hecho, piensan que, si aquellos hombres han muerto así, cruelmente, es signo que Dios los ha castigado por alguna culpa grave que habían cometido; por decir: “se lo merecían”.

Y en cambio, el hecho de ser salvados de la desgracia equivalía a sentirse “bien”. Ellos se lo merecían; yo estoy bien”.

“Jesús rechaza claramente esta visión, porque Dios no permite las tragedias para castigar las culpas, y afirma que aquellas pobres víctimas no eran peores de los otros”, prosiguió Francisco.

“Más bien, Él invita a sacar de estos hechos dolorosos una enseñanza que se refiere a todos, porque todos somos pecadores”.

Una invitación a reflexionar

“De hecho, dice a aquellos que le habían interpelado: «Si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera»”.

“También hoy, frente a ciertas desgracias y a eventos dolorosos, podemos tener la tentación de “descargar” la responsabilidad en las víctimas o incluso en Dios mismo”, constató el Papa.

“Pero el Evangelio nos invita a reflexionar: ¿Qué idea de Dios nos hemos hecho? ¿Estamos realmente convencidos de que Dios es así, o esto no es otra cosa que nuestra proyección, un dios hecho “a nuestra imagen y semejanza”?”.

¿No damos frutos? Podemos cambiar

“Jesús, al contrario, nos invita a cambiar el corazón, a hacer una radical inversión en el camino de nuestra vida, abandonando los compromisos con el mal – y esto lo hacemos todos, ¿eh?, los compromisos con el mal –, las hipocresías“, constató.

“Pero, yo creo que casi todos tenemos un poco, de hipocresía, para retomar decididamente el camino del Evangelio”.

“Pero esta ahí nuevamente, la tentación de justificarse: ¿De qué cosa debemos convertirnos? ¿No somos en fin de cuentas buenas personas – cuántas veces hemos pensado esto: pero, a fin de cuentas yo soy bueno, soy una persona buen: y no es así, ‘eh? –, ¿no somos creyentes, incluso bastante practicantes? Y nosotros creemos que así somos justificados”.

“Lamentablemente, cada uno de nosotros se asemeja mucho a un árbol que, por años, ha dado múltiples pruebas de su esterilidad“, añadió Francisco.

“Pero, para nuestra buena suerte, Jesús se parece a un agricultor que, con una paciencia sin límites, obtiene todavía una prórroga para la higuera infecunda: «Déjala todavía este año – dice el dueño – […] Puede ser que así dé frutos en adelante»”.

Tiempo de arrepentimiento y de salvación

“Un “año” de gracia: el tiempo del ministerio de Cristo, el tiempo de la Iglesia antes de su regreso glorioso, el tiempo de nuestra vida, marcado por un cierto número de Cuaresmas, que se nos ofrecen como ocasiones de arrepentimiento y de salvación. Un tiempo de un “año jubilar de la misericordia”.

“La invencible paciencia de Jesús, ¿Han pensado ustedes en la paciencia de Dios? Han pensado también en su irreducible preocupación por los pecadores, ¡cómo debería provocarnos a la impaciencia en relación a nosotros mismos!”

“¡No es jamás demasiado tarde para convertirse,  jamás! Hasta el último momento: la paciencia de Dios nos espera“, aseguró Francisco.

“Recuerden aquella pequeña historia de santa Teresa del Niño Jesús, cuando rezaba por aquel hombre condenado a muerte, un criminal, que no quería recibir la consolación de la Iglesia, rechazaba al sacerdote, no quería: quería morir así”, invitó.

“Y ella rezaba, en el convento, y cuando aquel hombre está ahí, en el momento de ser asesinado, se dirige al sacerdote, toma el Crucifijo y lo besa. ¡La paciencia de Dios! También, ¡lo mismo hace con nosotros, con todos nosotros!”.

Paciencia y misericordia

“Cuántas veces, nosotros no lo sabemos: lo sabremos en el Cielo; pero cuántas veces nosotros estamos ahí, ahí, y ahí el Señor nos salva: nos salva porque tiene una gran paciencia por nosotros. Y esta es su misericordia”.

“Jamás es tarde para convertirnos, pero ¡es urgente, es ahora! Comencemos hoy”, exhortó Francisco.

“La Virgen María nos sostenga, para que podamos abrir el corazón a la gracia de Dios, a su misericordia; y nos ayude a no juzgar jamás a los demás, sino a dejarnos interpelar por las desgracias cotidianas para hacer un serio examen de conciencia y arrepentirnos”.

Tags:
diospacienciapapa franciscosufrimiento
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más
Newsletter
Recibe gratis Aleteia.