En todo el continente, no sólo en México, sufren marginación laboral y socialComo en el caso de México, denunciado por el propio Papa Francisco en la Misa que celebró con las comunidades indígenas de Chiapas y Centroamérica en San Cristóbal de las Casas, en América Latina son los pueblos originarios los más afectados por la pobreza y por la pobreza extrema.
El perdón que pidió el Papa resonó fuerte en todo el continente, sin embargo, apenas si se vislumbran cambios en el horizonte cercano. Los indígenas podrán seguir esperando ser reivindicados, y aportar su sabiduría ancestral para el desarrollo del planeta.
En todos lados son pobres
En un estudio divulgado recientemente por el Banco Mundial se muestra esta realidad que, en países como México, casi dobla la pobreza indígena a la pobreza promedio de la población. Por ejemplo, en México se habla de un 47 por ciento de pobreza promedio por 72 por ciento de los indígenas.
El estudio titulado “Latinoamérica Indígena en el Siglo XXI” expresa que los pueblos indígenas representan 8 por ciento de los habitantes de Latinoamericana, aproximadamente 42 millones de personas, pero son el 14 por ciento quienes viven en condiciones de pobreza y el 17 por ciento en condiciones de extrema pobreza.
Casi la mitad de esta población, contrario a la creencia popular, reside en zonas urbanas, pero incluso en las ciudades suelen vivir en condiciones menos seguras, menos higiénicas, más propensas a los desastres naturales y reciben salarios menores que los ciudadanos no indígenas, aunque tengan el mismo nivel de escolaridad.
Pese a las precarias situaciones que enfrentan en las grandes urbes, los indígenas que viven en las metrópolis tienen mayores ventajas que sus pares en el área rural; el estudio destaca que la población indígena urbana tienen 1.5 veces más acceso a servicio eléctrico y 1.7 veces más acceso al agua entubada, mientras que en el tema escolar tienen 1.6 más posibilidades de concluir la educación primaria, 3.6 más posibilidades de terminar la secundaria y 7.7 de finalizar el grado medio.
Las mujeres, las que peor lo pasan
En el tema laboral, el informe detalla que los indígenas tienen una mayor posibilidad de obtener un empleo precario y mal remunerado; en el caso de Ecuador y Guatemala, la posibilidad de ocuparse en el sector informal aumenta en un 12 y 18 por ciento, respectivamente, si la persona es indígena.
En el caso de las mujeres, la brecha salarial es mucho mayor que para los hombres; en Bolivia las indígenas ganan aproximadamente 60 por ciento menos que las mujeres no indígenas, por el mismo tipo de trabajo.
El informe advierte que los pueblos originarios “han sido relegados también de las nuevas tecnologías, pues aunque América Latina se ha convertido en el segundo mercado de crecimiento a nivel mundial en telefonía móvil, los indígenas tienen la mitad de probabilidades de poseer un celular.”
El documento del Banco Mundial señala que “la brecha digital refuerza formas preexistentes de exclusión, debido a que el acceso a nuevas tecnologías se ha convertido en un aspecto fundamental del capital social en sociedades latinoamericanas cada vez más globalizadas”.
Con información de SIGNIS y Cerigua