La declaración firmada por el papa Francisco y por el patriarca ortodoxo ruso Kirill intenta detener el peligro de estallido de una tercera guerra mundial.
No se trata de una exageración periodística. Son las revelaciones de uno de los dos redactores que han asistido a los dos líderes cristianos en la redacción de la declaración que firmaron este viernes en Cuba.
El metropolita Hilarión Alféyev de Volokolamsk, presidente del Departamento para las Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú, ha explicado detalles que hasta ahora habían quedado escondidos, en una entrevista concedida al sitio ortodoxo ruso Pravmir (Pravoslavie i mir), el sábado 13 de febrero.
Hilarión, junto al cardenal Kurt Koch, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, ha preparado el borrador del documento que se firmó en La Habana el 12 de febrero, según revela el artículo.
“La declaración refleja los eventos más recientes acaecidos en Siria —explica Hilarión—. Recuerdo que en los últimos días desde diferentes sectores resonaban declaraciones peligrosas sobre el estado de preparación de los diferentes países para participar en una operación terrestre en ese país”.
“Las coaliciones antiterroristas corren el riesgo de entrar en choques directos, la una contra la otra. ¿Qué significa esto? El inicio de acciones militares a gran escala que ya no se dirigen contra los terroristas, sino los unos contra los otros. De aquí a la tercera guerra mundial sólo hay un paso”.
El papa Francisco, en el vuelo que le llevaba de Cuba a México, confirmó implícitamente a los periodistas estas revelaciones, explicando que con el patriarca Kirill habló “de las guerras que ahora amenazan con ser no sólo ‘por partes’, sino que afectan a todos”.
En el número 11 de la declaración conjunta, el Papa y el Patriarca lanzan un llamamiento “a todos los países involucrados en la lucha contra el terrorismo para que adopten acciones responsables y prudentes”, evitando de este modo “una nueva guerra mundial”.
En días pasados, Turquía y Arabia Saudí, que forman parte de la coalición dirigida por los Estados Unidos contra el llamado Estado Islámico, han hablado de la posibilidad de lanzar operaciones militares en territorio sirio.
En este país, los tradicionales enemigos —el gobierno de Damasco, Rusia e Irán— han dado un vuelco al equilibro de fuerzas en los últimos meses, a causa del decisivo avance militar sobre el terreno en contra de los rebeldes.
Ante la agudización de las tensiones entre los dos bloques, este sábado el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, telefoneó a su homólogo ruso, Vladímir Putin, para seguir explorando las perspectivas de una solución a la guerra en Siria y evitar el posible conflicto.
Hoy celebramos a...