El encuentro llega en el momento preciso en el que se avizoran tiempos adversos, pero donde hay luz Da esperanza el encuentro del Papa Francisco con los obispos de México, llevado a cabo en la Catedral de la Ciudad de México. En un país en donde pareciera que todo lo malo pasa: desaparecidos, narcotráfico, devaluaciones, desastres naturales, masacres, etc. El mensaje es propicio, y es necesario para que sus obispos caminen y salgan a las calles con su rebaño y con su pueblo.
Los católicos de México están ansiosos que sus pastores tomen acciones tan concretas y tan humildes como las llevadas a cabo por Francisco. Las palabras del Papa a los obispos son un llamado a ir por aquellos católicos que se han ido, es un llamado a ir por aquellos que se han perdido en los vicios y en la desesperanza. El mensaje del Papa a los obispos de México, clarifica y anima a todos a volver a creer en quienes dirigen la Iglesia de Cristo.
Sería un desperdicio que no sucediera nada después de este encuentro, pues los católicos de hoy piden y claman pastores sensibles a las necesidades que perturban y lastiman al pueblo de Dios.
Tengamos fe que el encuentro en Catedral, traerá frutos y gracias, pues hay pastores santos en la Iglesia católica en México, que se gastan la vida y las suelas misionando, solamente que hay que pedir, sin demora abundantes gracias que santifiquen y permeen a todos y a cada uno de nuestros pastores, para que no caigan en la tentación de la corrupción, es nuestro deber pedir a Dios por su santidad.
El encuentro del Papa con los obispos, llega en el momento preciso en el que se avizoran tiempos adversos, pero donde hay luz en un tiempo providencial, donde Dios no abandona a su rebaño ni a sus pastores; a eso ha venido el Papa Francisco a transmitir el auxilio divino que renueva a sus pastores y aumenta la fe de los católicos.