El Papa Francisco llegará a una ciudad gris por el smog y nublada por los frentes fríos – ¿o es el frío de los capitalinos?La llegada del Papa Francisco a la Ciudad de México está cada vez más cerca, a sólo unas horas. El Papa Francisco llegará a una ciudad gris por el smog y nublada por los frentes fríos; sí, un poco fría por las bajas temperaturas que permean gran parte del territorio nacional, pero muy fría y apática por el desinterés de algunos capitalinos por la presencia del Papa.
En el primer cuadro de la ciudad en calles del centro histórico no se percibe gran propaganda de bienvenida por la llegada del Sumo Pontífice. ¿El frío ha pegado en el ánimo de los capitalinos? Y, aún más, ¿el frío ha pegado en el ánimo de los católicos? No cabe la menor duda de que esto cambiará llegando el Papa Francisco: apenas toque suelo mexicano estallará el bullicio ensordecedor de las multitudes que buscarán ansiosas la voz e imagen del Papa como sedientas del agua viva.
Llegarán peregrinos de todas partes, procedentes de todos los rincones del país; llegarán peregrinos de todo el continente americano y de todo el mundo. Esto calentará un poco más el ánimo de la capital, que vive desde hace muchos años el estrés de los congestionamientos viales, la delincuencia desbordada, la corrupción de sus autoridades y el aborto de cientos de miles de sus hijos.
Se ha lanzado una convocatoria en medios locales y en redes sociales para la llegada del Papa Francisco a fin de hacer vallas humanas que acompañen en el recorrido del papamóvil, y que todos salgan con linternas y lámparas para dar una luminosa bienvenida al vicario de Cristo; dicen los organizadores que esto será innovador, pues en ningún otro país se ha organizado y logrado algo semejante, pues se busca iluminar toda la ruta del aeropuerto a la nunciatura, en donde descansará el Papa Francisco.