¿Tanto alboroto para qué? ¿Nos sirve de algo a los católicos mexicanos la visita del Papa? Él ha dicho en entrevista para Notimex: «Yo voy a ir para recibir lo mejor de ustedes y para rezar con ustedes». Francisco no se percibe a sí mismo como un mesías transformador de todo cuanto toca, sino como un creyente que desea compartir con sus hermanos en la fe.
Entonces, ¿se puede esperar algún fruto de su visita? A muchos no les gustan estos eventos masivos, les parecen una euforia momentánea que se esfuma con rapidez. Algo tiene de cierto eso, sin embargo, también veo con claridad otros elementos que desencadenará este viaje del Obispo de Roma.
Alimento que sostiene y reaviva
Usualmente no recordamos lo que desayunamos hace un año. No por eso aquel desayuno fue innecesario o inútil. Así funciona la fe. Probablemente ya no recordemos la homilía de la misa de hace dos años o las palabras de la religiosa en ese retiro de hace tiempo, ¡pero en ese momento cuánto me ayudó! Fue un alimento necesario, que sostuvo y reavivó mi vida espiritual.
Este tipo de eventos es un impulso para la vida espiritual de la Iglesia. Lleno de euforia, sí; que se puede desvanecer con facilidad, sí; pero también es un soplo fortísimo que reaviva la llama de la esperanza.
Experiencia de fe
En mi trabajo con agentes pastorales repito una y otra vez que la religión, como toda relación entre personas, es un conjunto de experiencias. A menor calidad y cantidad de experiencias, menor fervor de fe. A mayor calidad y cantidad de experiencias, se suscita una mayor fe.
La visita de Francisco a México será una experiencia profunda para nuestra Iglesia. El compartir de Francisco, sus gestos y palabras seguramente se grabarán en los corazones de muchos. Será una experiencia de fe. ¡Tantas personas colocando la atención en aquel que nos viene a hablar del Evangelio!
Experiencia eclesial
Siguiendo la lógica anterior, este evento también será una gran experiencia eclesial. Cuánta falta nos hace sentirnos Iglesia, sentirnos miembros del Cuerpo de Cristo que funcionan sólo en relación a otros miembros.
A diferencia de otras religiones, la figura del Obispo de Roma, históricamente, es lo que ha mantenido unida a esta gran comunidad de creyentes. Tenerlo aquí habrá de servirnos para recordarnos nuestra misión dentro de una Iglesia universal.
¿De qué nos servirá a los mexicanos la visita del Papa? De alimento, de experiencia de fe, de detonante a nuevas acciones, de renovación de nuestra atención hacia un Evangelio auténtico… y de muchas otras cosas que sólo el Espíritu de Dios conoce.
Por Juan Gaitán @FalsoConFalso
Hoy celebramos a...