La colombiana Natalia Ponce de León se convirtió en los últimos días en referente para las personas que sufren ataques con ácido y de alguna manera también de quienes reciben agresiones injustificadas tanto en América Latina como en el resto del mundo.
El ataque a Ponce de León se dio en 2014, y no fue un caso aislado. Según la fiscalía colombiana, la mayoría de los casos se cometieron este tipo de agresiones contra mujeres.
En el caso de Ponce de León recibió el ataque luego que un exvecino que se había obsesionado con ella, y que se consideraba un exnovio, le tirara un ácido que le alcanzó a afectar dos terceras partes de su cuerpo y casi la totalidad de su rostro.
Ponce de León, hasta ese momento, era una empresaria con 33 años, que había regresado a Colombia de Londres para encargarse de un negocio de confecciones familiar. Poco después de cumplir 20 años Ponce de León trabajó durante un tiempo como modelo de publicidad, tal cual indica una reseña elaborada por la BBC.
No solo Natalia
Si bien en Colombia las mujeres sufren con frecuencia este tipo de agresiones, a nivel mundial también hubo algunos casos emblemáticos y también a hombres, lo que deja de manifiesto que este tipo de agresiones afecta a personas de diferentes países, culturas y religiones.
Por ejemplo, en enero de 2013, el director artístico del Ballet Bolshoi de Rusia, Sergei Filin. El artista sigue prácticamente ciego luego de 18 operaciones a los que ha sido sometido y sigue prácticamente ciego.
“Ley Natalia Ponce”
Esta semana fue promulgada en Colombia esta ley, que prevé convertir las agresiones con agentes químicos en un delito en sí mismo. Anteriormente eran sancionados solamente como una lesión personal. A raíz de esta nueva normativa, los que usen cualquier agente químico para dañar a otros podrán tener una condena de entre 12 y 20 años de cárcel, que puede llegar hasta 30 si el agredido sufre deformaciones o daños permanentes.
“Hace 662 días mi vida cambió luego de ser brutalmente atacada con ácido, pero hoy, señor presidente, con la promulgación de esta ley, es usted, el Congreso y el país en general los que están cambiando la vida de las víctimas de ataques con agentes químicos”, afirmó este lunes junto al presidente de Colombia.
Ponce de León encabeza un movimiento que busca defender a las víctimas de este tipo de agresiones, y en ese sentido creó una fundación que intenta darles apoyos.
Hasta el día de hoy a Natalia se la podía ver con su rostro cubierto por una máscara, pero estas acciones le dieron valentía para mostrar su rostro tal cual es y de alguna manera a través de él también mostrar el de aquellos que viven situaciones donde prima el sufrimiento.
“Lo que me ayudó fue el amor”
“Lo que más me ha ayudado ha sido el amor que he recibido por parte de mucha gente alrededor del mundo, que con mensajes llenos de esperanza y luz me demuestran todos los días que no estoy sola. Personas que han llegado a mi vida para darme la fuerza y el poder de seguir hacia adelante, y por supuesto estar acompañada incondicionalmente de los seres que más amo, todo esto fue lo que me hizo resurgir de las cenizas”, expresó Natalia a un portal colombiano sobre modas y tendencias en 2014.
Detrás del rostro de Natalia se esconden miles de personas que todos los días sufren ataques injustificados y que también son vistos con benevolencia por otros tantos que dedican sus vidas a darles ánimo y valentía.