Jesús amaba y practicaba ambos tipos de oración, y enseñó a amar y a practicar ambos
Cuando piensas en Dios y le cuentas cosas íntimas, sólo con el pensamiento y los sentimientos del corazón, estás haciendo “oración mental”.
Cuando en Misa, rezas con todos los participantes las oraciones litúrgicas (“Yo confieso a Dios todopoderoso…”, “Gloria a Dios en el cielo…”, “Cordero de Dios…”); cuando rezas el rosario; cuando rezas el Padrenuestro y el Avemaría en varios momentos del día, estás haciendo “oración vocal”.
Jesús amaba y practicaba ambos tipos de oración, y enseñó a amar y a practicar ambos.
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