El emocionante peregrinar de San Sebastián por Río de Janeiro comenzó este año con una petición distinta para el “Padroeiro” de los cariocas: los Juegos Olímpicos.
Este año la emblemática ciudad brasileña será la primera sede latinoamericana del acontecimiento deportivo más importante del planeta. Gastos excesivos de lado, los esfuerzos de los cariocas por estar a la altura y por sacar el mejor provecho de la inversión realizada, tanto en lo deportivo como en lo económico e infraestructural, vuelcan la mirada al santo que nunca deja solo a los cariocas.
Durante los 13 días previos a la celebración, durante la Trezena a San Sebastián, la imagen del Santo recorre sin cesar toda la enorme arquidiócesis, visitando pueblos, escuelas, hospitales, centros de reclusión, comedores, parroquias, centros turísticos.
El punto de partida este año fue la fortaleza de São João en Urca, donde nació la ciudad y se erigió la primera capilla para el patrono. Ese predio del ejército asumió en 2016 una misión especial: acoger al equipo brasilero en la víspera de los Juegos Olímpicos, acondicionando las instalaciones para optimizar la preparación de los atletas.
“Este será el hogar del equipo de Brasil, donde los equipos brasileños se preparan para los Juegos Olímpicos. Así que la llegada de la imagen peregrina de San Sebastián con Dom Orani (cardenal Orani JoãoTempesta, Arzobispo de Río) es la protección divina que necesitábamos para que todo salga bien, protección de Dios para dirigir este importante trabajo, no sólo para la ciudad sino también para nuestro país”, expresó el general Decio Santos de Brasil, jefe del Centro de Educación Física del Ejército.
Los Juegos Olímpicos también estuvieron presente en la carta pastoral del cardenal para inaugurar la Trezena, así como lo están en la planificación pastoral de la diócesis para este año. Pero el peregrinar de la imagen con el cardenal no se acabó en la mención a los juegos. Sólo el primer día, tras la visita al centro donde se concentrarán los atletas brasileros, subió al Pan de Azucar para bendecir a la ciudad, visitó una parroquia dedicada a Santa Teresita, un medio de comunicación, el hospital de San Vicente, y la basílica de San Sebastián de los capuchinos, en Tijuca.
La magnitud de la diócesis hace que por día haya cinco o seis escalas para que San Sebastián visite en los días previos a su gran Fiesta del 20 de enero. Ese día, serán muchos los que pidan por el buen desarrollo de unos juegos que han abierto las puertas a más de 150 mil puestos de trabajo temporales. Por medallas o por trabajo, los cariocas necesitan que San Sebastián los acompañe en los Juegos.
Hoy celebramos a...