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Padre Nuestro, en una galaxia muy, muy lejana

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William Newton - publicado el 09/01/16

Entre Star Wars y Charlie Hebdo, no sorprende que la sociedad no comprenda a los padres ni que Dios es Padre

Para el primer aniversario de los ataques terroristas a su oficina, los editores de la revista satírica francesa Charlie Hebdo han retratado a Dios como un terrorista en su portada. El Vaticano ha criticado la imagen, que muestra una figura anciana con la barba y las manos ensangrentadas, un fusil a la espalda y un triángulo en la cabeza (que en el arte cristiano representa a Dios Padre).

No hay nada de paterno en esta imagen.

Aunque no seas muy consciente de este caso, en cualquier caso, hay otro evento que no tiene nada que ver – el resurgir de Star Wars como fuerza de la cultura pop que no hay que menospreciar – no se te habrá escapado. (Y aquí tengo que advertir ALERTA SPOILER: La Guerra de las Galaxias: El despertar de la Fuerza ha salido hace algunas semanas, pero si aún no lo has visto, deberías dejar de leer en este punto. A continuación, consideramos cómo viene descrita la paternidad en estas películas tan populares).

Para una saga que depende tanto de las repercusiones externas sobre un drama familiar interno, sabemos muy poco de los padres o de la infancia de casi todos los personajes. Un elemento que se desprende del universo de Star Wars es que ser padre no es tan bonito, ser un padre adoptivo es aparentemente aún peor y los padres son más bien inútiles. ¿Star Wars está contra la paternidad, o es que la ausencia de una figura paterna benévola en la película habla de la ausencia del Padre benévolo en nuestra sociedad?

Sabemos que Anakin Skywalker/Darth Vader tuvo una concepción misteriosa, sin padre; el asesinato de la madre de Anakin le lleva a cometer la primera atrocidad masiva. Padme Amidala, muere dando a luz a sus hijos, en parte a causa del acto de violencia de él hacia ella. Sus hijos Luke y Leia le son arrebatados y confiados a padres adoptivos. Es tan ajeno a la existencia de su hija, que comprender el verdadero origen de Leia se convierte en un punto de inflexión en la historia.

Una relación padre-figlio aún más extraña es la del cazarrecompensas Boba Flett. Es un clon, creado a petición de su padre-gemelo, Jango Fett, en lo que es seguramente el acto extremo de narcisismo.

Los padres adoptivos no tienen una tarea más sencilla en este caso, porque tanto los de Luke como los de Leia son asesinados por el Imperio. El tío Owen y la tía Beru son asesinados, y sus cuerpos carbonizados son descubiertos por Luke in una escena que me impresionó y seguramente a muchos otros niños durante años.

En El Despertar de la Fuerza, descubrimos que Kylo Ren – alias Ben Solo – es el hijo de Leia y Han Solo, pero ha roto la relación con los padres. La aparente definitividad con que lo hace es uno de los momentos más chocantes del nuevo film. Sabemos también que el ex miembro de las tropas de asalto Finn fue arrancado a su familia al nacer; no sabe quien es o de donde viene, aunque en una breve escena el ojo observador puede ver que se mantienen registros en la computadora de sus orígenes, incluida una fotografía de cuando era niño.

En cuanto a Rey, la heroína de la nueva trilogía, nadie conoce su historia, sólo el hecho de que fue abandonada de niña en un planeta desolado. Entre paréntesis, si queréis pasar unas horas debatiendo los entresijos de la trama en el nuevo film de Star Wars, iniciad una discusión sobre quiénes son los padres de Rey (yo digo Han y Leia, a pesar de las teorías sobre Luke o Ben Kenobi).

Parece que todas las relaciones paternofiliales en las películas de la Guerra de las Galaxias son “torturadas” de alguna forma, pero sobre todo cuando se habla de los padres. En estas películas, los padres son consistentemente ausentes o incapaces de jugar un rol paterno. Se podría decir también que, creando una imagen paterna torturada, los editores de Charlie Hebdo están actuando de la misma forma, basándose en la idea de que Dios mismo es ausente, o quizás tenga intenciones malévolas

Si se mira con atención, sin embargo, se ve que a ambos personajes ausentes en el universo de la Guerra de las Galaxias se les da una posibilidad de redimirse y de comportarse como deberían hacer los padres, y ambos la aprovechan. Al inicio de la serie, cuando Luke sufre por el dolor que le inflige el emperador Palpatine en el culmen de El Retorno del Jedi, las súplicas del hijo al final impulsan a Darth Vader a comportarse como el padre que habría debido ser.

En un momento intenso de El Despertar de la Fuerza, Han Solo se lamenta del hecho de non ser un Jedi y pone en discusión la eficacia de su intento de hacer algo para hacer volver a su hijo del Lado Oscuro. Leia subraya que es más importante que un Jedi: es el padre del muchacho, lo que le da un poder y una responsabilidad, que Han a continuación reconoce y en base a la cual, actúa.

Una vez que deciden comportarse como los padres deberían hacer hacia sus hijos, Vader y Solo pierden la vida por el bien de sus hijos (si el lector me permite la yuxtaposición de la fantasía al Evangelio de Mateo, ¿cuánto más hará entonces nuestro Padre celeste por nosotros en la vida real?).

Mas allá de la iconografía, es aquí donde la imagen de Dios de Charlie Hebdo resulta completamente equivocada.

Cuando los discípulos pidieron a Cristo que les enseñara a rezar como él hacía, les enseñó la oración que llamamos “Padre Nuestro”. En su lenguaje sencillo y directo está el reconocimiento del hecho de que tenemos una relación amorosa con Dios Padre que nos ha creado, no una relación basada en el miedo. Le pedimos que nos salve de nosotros mismos y de nuestra naturaleza caída. Para nosotros no es como para los paganos, una entidad malévola y caprichosa, interesada sólo en el placer y en infligir dolor por las ofensas recibidas.

El Padre Nuestro es una revelación de cuánto nos ama el Padre celeste. No es una súplica para tener riquezas, ni por la destrucción de nuestros enemigos. Es una súplica que deriva de la confianza en base a la cual, como Padre nuestro, nos dará lo que necesitamos, a nivel material y espiritual. Pedimos estas cosas no como hace un niño pequeño, sino como hace un adulto, para poder cumplir la voluntad del Padre, haciendo lo que en su misericordia considera mejor para nosotros.

Podemos elevar esta oración porque sabemos que las súplicas dirigidas a un padre fundamentalmente bueno en nombre de sus hijos no quedan sin respuesta, ni las peticiones que presentamos al Padre celeste caen en el vacío – el verdadero Dios Padre, no una viñeta satírica maliciosa. Y, a pesar de toda la violencia y la muerte que rodean la paternidad en el universo de las Guerras de las Galaxias, si sabemos donde buscar, podemos ver que la misma relación amorosa está también ahí, por lo que quizás, después de todo, haya aún esperanza para la paternidad, al menos en algún rincón de la cultura popular.

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