El primer fin de semana de 206 trajo consigo una redada en la que fueron arrestados 121 inmigrantes indocumentados, la mayor parte familias. Aunque el Departamento de Seguridad Nacional explicó que los detenidos “habían agotado sus recursos legales antes de ser detenidos”, el efecto en toda la comunidad, especialmente la comunidad hispana, ha sido devastador.
Ya la prensa estadunidense, específicamente el Washington Post, había advertido que estaba en preparación un plan de la Oficina para el Control de Inmigración y Aduanas de iniciar redadas “contra centroamericanos” a partir del primero de enero, cosa que sucedió en el operativo del pasado fin de semana, enfocado a familias y niños principalmente en los estados de Georgia, Texas y Carolina del Norte que fueron detenidos después del 1 de mayo de 2014 luego de cruzar ilegalmente la frontera de este país con México.
Ante la presión de los grupos pro inmigrantes y defensores de los derechos humanos, así como de la Iglesia católica en su conjunto, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jeh Johnson, advirtió: “Como he dicho en repetidas ocasiones, nuestras fronteras no están abiertas a la inmigración ilegal; si es que vienes ilegalmente, te deportaremos conforme a nuestras leyes y valores.”
Autoridades migratorias de Estados Unidos estiman que cerca de 100,000 familias integradas por adultos y menores de edad que viajaron solos a ese país provenientes, sobre todo, de Honduras, Guatemala y El Salvador, ingresaron por la frontera sur durante el año pasado, y son las familias que muy probablemente sean arrestadas, aunque no se descarta que existan más redadas en contra de miles de familias que viven en el país del norte sin documentos.
Alerta total
Las dos administraciones del presidente Barack Obama –quien, presumiblemente—iba a ser un factor favorable para los inmigrantes en Estados Unidos, por provenir de un grupo segregado durante muchos años—han resultados las más letales en contra de las familias de este grupo. En efecto, desde el año 2008 hasta finales de 2015, se ha realizado la deportación de 2.4 millones de inmigrantes, acelerándose del 2010 a la fecha.
El temor ha renacido tras las últimas redadas en familias de indocumentados, sobre todo en ciudades emblemáticas como Atlanta, en el Estado de Georgia, y Los Ángeles, en el Estado de California. Organismos de todo el país han recibido cientos de llamadas de inmigrantes, asustados, buscando información y asesoría legal.
Linda Sánchez, quien preside el bloque de congresistas hispanos del Partido Demócrata ha calificado estas redadas de “inhumanas” porque “incrementan el trauma” de familias del “Triángulo Norte” de América Central, muchas de las cuales, según la congresista, entraron sin autorización a Estados Unidos, huyendo de la violencia y la pobreza que persiste en sus países de origen.
Lo cierto, sin embargo, es que hay cientos de reportes de organizaciones civiles y de familias de inmigrantes que han visto agentes de migración, conocidos como “la migra”, rondando barrios y colonias de salvadoreños, hondureños y guatemaltecos, lo que ha puesto a muchas de estas familias en alerta, sobre todo en el sur del Estado de California y en Texas.
Hoy celebramos a...