Los valles y prados de la región atraen a esquiadores y amantes de la naturaleza por igual
Los pueblos italianos de Canazei, Cadore y Cortina D’Ampezzo comparten no sólo la lengua ladina sino, además, su ubicación privilegiada en los valles que se extienden al pie de una cadena montañosa única en el mundo: las Dolomitas, en los Alpes Orientales.
Desde el Val Sulgana al Val Pusteria, y del Valle del Adige al Valle del Piave, se pueden apreciar imponentes macizos rocosos de piedra caliza, casi verticales, que se alzan desde los prados y bosques de la región. Son los inconfundibles ghiaioni, una formación geológica única en el mundo, y que distingue a las Dolomitas del resto de los Alpes.
en el área hay cerca de 1200 kilómetros de pistas de esquí sobre nieve que atraen a miles de fanáticos de los deportes de invierno cada año.
La mayoría de los pueblos de la región viven, principalmente, del turismo, la mayoría de ellos escaladores y alpinistas que buscan coronar la montaña Marmolada, que se eleva a 3.342 metros de altura, o hikers que recorren los bosques para llegar a los lagos cercanos. Pero, además, en el área hay cerca de 1200 kilómetros de pistas de esquí sobre nieve que atraen a miles de fanáticos de los deportes de invierno cada año, por lo que es recomendable hacer planes con tiempo.