Crisis humanitaria que involucra a tres mil migrantes de nacionalidad cubanaDespués del rezo mariano del Ángelus, el Papa Francisco dirigió un apelo por la crisis humanitaria de los numerosos migrantes cubanos que se encuentran en una situación difícil en Centroamérica, este domingo 27 de diciembre en la plaza de San Pedro.
“Muchos de los cuales son victimas del tráfico de seres humanos”, destacó. Así, invitó a los países de la Región “a renovar generosamente todos los esfuerzos necesarios para encontrar una rápida solución a este drama humanitario”.
De hecho, los obispos de Centroamérica han pedido este 25 de diciembre que se abra un corredor humanitario para los migrantes. Se trata de una crisis humanitaria sufrida por unos tres mil ciudadanos cubanos quienes permanecen temporalmente en suelo costarricense en espera de poder continuar su travesía hacia Estados Unidos.
Sucesivamente, el Papa envió un caluroso saludo a todas las familias presentes en la plaza de San Pedro. Se esperaban en el evento 50.000 fieles. “Gracias vuestro testimonio. El Señor les acompañe con su gracia y les apoye en vuestro camino cotidiano”.
“Los rasgos típicos de la Santa Familia son: recogimiento, acogida y oración, comprensión mutua y respeto, espíritu de sacrificio, trabajo y solidaridad”, destacó Francisco.
Precisamente, el Pontífice realizó el rezo del Ángelus, minutos después de la celebración este domingo en la basílica de San Pedro en el Vaticano, en el marco del Jubileo de las familias, último gran evento jubilar del Año 2015.
“En el clima de alegría que es propio de la Navidad, celebramos en este domingo la fiesta de la Santa Familia”, sostuvo.
El Pontífice se ha asomado desde la ventana del estudio del Palacio Apostólico del Vaticano y en tono alegre saludó a las chicos que cantaban villancicos, antes de la oración mariana.
Después saludó a los peregrinos venidos de todo el mundo, especialmente a un grupo de muchachos italianos de la ciudad de Bergamo que recibieron el sacramento de la primera comunión.
Por último, instó a los chicos a seguir cantando con alegría los villancicos que calentaron los ánimos de la plaza en una jornada romana soleada, pero fría. El Papa se quedó por varios instantes más a escuchar los cantos.
“A todos les deseo un feliz domingo…¡buen almuerzo y hasta pronto!”, concluyó.